¿Cuál es la gran pasión secreta de Carlota Casiraghi?
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Dice el refrán que no es oro todo lo que reluce y en el caso de Carlota Casiraghi es totalmente cierto. La princesa ha participado en unos encuentros filosóficos que organiza L’Observateur de Mónaco y se ha sincerado sobre algunas de las etapas más difíciles de su vida. “La ansiedad y la angustia forman parte de la vida de todos. Mi experiencia personal se ha hecho de acontecimientos tristes, como la temprana muerte de mi padre, pero estas cosas nos suceden a todos, no importa de dónde vengas”- ha reconocido la hija de Carolina de Mónaco. Unas declaraciones que demuestran la fortaleza de la Princesa, que ha sabido salir adelante a pesar de los contratiempos.
La joven ha reconocido que desde edad temprana ha sido muy propensa a la instrospección “Me sentí adolescente bastante temprano, y eso fue lo que me impulsó a la introspección, principalmente porque tenía un temperamento proclive al análisis. Más tarde, la compañía de los filósofos me hizo sentir que no estaba sola. Creo que esto es consecuencia más de mi sensibilidad que de mi lugar especial en una familia”. Al margen de su faceta de «it-girl», Carlota ha demostrado que tiene una gran sensibilidad cultural y que disfruta con las lecturas profundas.
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Si las revistas nos han dado la imagen de una Princesa centrada en el mundo de la moda e interesada por cuestiones estéticas, la verdad dista mucho de esto. Carlota asegura que para ella la lectura y la escrituras han sido sus más grandes aliados para sobrellevar los momentos difíciles: “El papel es mi mundo. Escribir mi medio. Es un espacio de libertad que puede resistir y reafirmar. Tuve la oportunidad, gracias a mi madre, a tener acceso temprano a la cultura y la literatura, lo que me permitió que forjarme un gusto por el pensamiento crítico”.
La nieta de Grace Kelly no solo puede presumir de ser un icono de estilo, sino que además es una mujer con una formación exquisita. Carlota es consciente de que a veces la tiranía de la moda y el culto al cuerpo marcan la vida de muchas mujeres, pero asegura que su colaboración con grandes firmas es algo que tiene que aprovechar porque su limitación temporal. “Es cierto que la dictadura de la juventud y del cuerpo perfecto forman parte de la industria de la moda. Yo personalmente trabajo con marcas que tienen un legado, como Montblanc o Gucci. Estoy muy orgullosa de colaborar con estas maravillosas casas, pero soy consciente de que es fugaz”.
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La joven, que estudió Filosofía en la prestigiosa universidad de La Sorbona en París e incluso llegó a fundar una revista de contenido filosófico junto a dos amigos de la facultad, está muy interesada en las cuestiones metafísicas y a sus 33 años aún continúa estudiando cuando puede y asistiendo con regularidad a charlas y foros filosóficos. Sus inquietudes personales han hecho de ella una mujer de su tiempo, preocupada por los temas políticos y sociales que marcan la agenda actual como la situación de la mujer y los niños: “Estoy muy preocupada por la situación de la mujer. Tenemos que ayudar a las mujeres en necesidad y darles condiciones materiales dignas a sus hijos. Un niño que carezca de atenciones maternas estará mucho más expuesto a la violencia. Esto debería ser una prioridad política de primer orden”.