El momento ‘tierra trágame’ del príncipe Guillermo que refleja su tensión con Andrés
El duque de York intentó entablar una conversación con su sobrino tras el funeral de la duquesa de Kent
Guillermo se sintió molesto por el gesto de su tío, que además estaba tranquilo y sonriente.
El príncipe Guillermo ha sido uno de los más críticos con la actitud tanto de su hermano Harry como de su tío, el duque de York. Probablemente, si dependiera de él ya les habría despojado de sus títulos y no mantendría ningún tipo de relación con ellos. Con su hermano lo tiene más fácil porque está a miles de kilómetros y, de hecho, evita coincidir con él cundo visita el Reino Unido. Sin embargo, la situación de su tío es diferente.
El príncipe Andrés ya no es miembro en activo de La Firma, pero sigue siendo parte de la familia real. Aunque Carlos III no le permite tener ningún tipo de papel oficial, sí que le deja asistir a algunos actos, al igual que hacía la Reina Isabel II, que era aún más permisiva. Por eso hace unos días el duque de York estuvo en el funeral de la duquesa de Kent.
Una misa celebrada en la Catedral de Westminster que supuso todo un hito para los Windsor, ya que resultó el primer funeral católico en cuatro siglos. La esposa del duque de Kent se convirtió al catolicismo con el permiso de la Reina Isabel II, cuando ya estaba casada con su primo.
Al servicio religioso asistieron varios miembros de la familia real, entre ellos, los príncipes de Gales y el rey Carlos III. La reina Camila se ausentó de la misa en el último momento debido a una sinusitis. Fuentes del Palacio de Buckingham confirmaron la ausencia de la consorte por motivos de salud. No obstante, reapareció un día después en la visita de Estado de los Trump.
El incómodo momento de Guillermo
El príncipe Andrés no quiso faltar a la misa y, a pesar de que no tiene ningún papel en la institución, sí que se le permite acudir a actos que puedan tener, de alguna manera, un carácter más familiar. Fue el caso de la despedida a la Reina Isabel II y de la coronación del rey Carlos III.
Sin embargo, al final del servicio religioso se produjo un incómodo momento que refleja en qué punto se encuentra la relación entre el príncipe de Gales y su tío. Una relación tensa sobre la que se han dicho muchas cosas, como que Guillermo no está dispuesto a perdonar los escándalos de Andrés o que fue él quien presionó -sin éxito- al rey para que lo expulsara del Royal Lodge.
Aunque nadie sabe en realidad lo que piensa el heredero, lo cierto es que a veces es difícil disimular la incomodidad que algo nos produce. Y esto fue precisamente lo que ocurrió a la salida del templo. Medios británicos han recogido las imágenes del momento en el que se ve a los príncipes de Gales saliendo de la catedral y a Andrés intentando entablar una conversación con su sobrino.
El hijo mayor del rey Carlos III en lugar de responder al duque de York y empezar una conversación, optó por disimular y guardar silencio, ignorándolo de manera educada. Un gesto revelador que ha sido interpretado como una clara señal de distancia y desaprobación y que demuestra que el príncipe no está dispuesto a que el pasado de Andrés pueda hacer algún daño a su imagen y a su futuro.
A esto hay que añadir que algunos medios aseguran que testigos del momento han dicho que el príncipe de Gales se sintió emboscado por la presencia de su tío y su intento de entablar una conversación. Por cierto, mientras que todos los asistentes se mostraron serios y afectados por la muerte de la duquesa de Kent, al duque de York se le vio sonriente tras la misa, lo que aumentó la sensación de tensión.