Meghan Markle se olvida de las mujeres en su discurso de despedida
Los duques de Sussex no hacen mención alguna a Camilla Parker Bowles ni a Kate Middleton en el texto que han difundido para despedirse de la Familia Real Inglesa
Aún colea la decisión de Meghan Markle y el príncipe Harry de independizarse de la Familia Real Británica. Los Sussex han barruntado esta decisión durante mucho tiempo y empiezan el año sorprendiendo a propios extraños. El comunicado emitido en sus redes sociales para anunciarlo era muy claro al respecto, pero si se lee entre líneas hay ciertas cosas que pasan desapercibidas en un primer momento.
Un ejemplo claro de lo anterior es que Harry y Meghan se ‘olvidan’ de las mujeres de la realeza británica. Sí que agradecen el apoyo de la reina Isabel II durante todo este tiempo (aunque ahora no comparta su decisión) al mismo tiempo que la prometen lealtad. Sin embargo no hay ni rastro de la duquesa de Cornualles, Camilla Parker Bowles ni de la de Cambridge, Kate Middleton.
¿El motivo? Los Sussex responden solo ante la Reina. De hecho se dice que ni el propio padre de Harry, Carlos de Inglaterra, conocía las intenciones de su hijo. Y es que lo han llevado con el mayor secretismo posible. Hay quien en Reino Unido esgrimen como razón la escasa relación que la exintérprete de ‘Suits’ tiene con Kate Middleton.
Comunicado de Meghan Markle y el príncipe Harry
«Después de muchos meses de reflexión y discusiones internas, hemos elegido hacer una transición este año y comenzar a tener un nuevo papel dentro de esta institución. Tenemos la intención de dar un paso atrás como miembros senior de la Familia Real Británica. Pretendemos dar un paso atrás en nuestro papel de miembros sénior de la familia real y trabajar para ser económicamente independientes, a la vez que continuará nuestro pleno apoyo a su majestad. Planeamos equilibrar nuestro tiempo entre el Reino Unido y América del Norte y seguir cumpliendo con nuestros deberes respecto a la reina, la Commonwealth y las organizaciones de nuestro patronazgo. Este equilibrio geográfico nos permitirá educar a nuestro hijo en el aprecio a la tradición real en la que nació, a la vez que aportará espacio a nuestra familia para enfocarnos en un nuevo capítulo».