Máxima de Holanda desafía a las supersticiones en plena polémica por el irreverente fotomontaje de su marido
Hoy es un gran día para Holanda. En el país de los tulipanes se celebra el Prinsjedag, la jornada en la que tiene lugar la apertura del Parlamento. Todo un acontecimiento que, sin embargo, este año, carecerá de la pompa, el boato y el esplendor de otras ediciones debido a la nueva normalidad impuesta por el coronavirus. Ello no ha sido óbice para que el acto goce de la solemnidad que lo caracteriza, aunque se han prescindido de algunos elementos como el carruaje o la distancia de seguridad.
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— Josine Droogendijk (@josineevers) September 15, 2020
Pese a esto, la argentina ha puesto toda la carne en el asador y ha sorprendido con un espectacular diseño con el que ha desafiado todas las supersticiones. En lugar de estrenar nuevo modelo, Máxima ha preferido reciclar vestido de su fondo de armario, pero no uno cualquiera, sino un llamativo modelo amarillo que acaparaba todas las miradas. Se trata de un modelo con volantes horizontales del diseñador danés Claes Iversen, uno de los modistas a los que más asidua es la argentina. Lo estrenó en marzo de 2018 durante una cena de gala en el Palacio de Noordeinde con motivo de una visita oficial de los reyes de Jordania a Holanda. Máxima ha oscurecido el tono original del diseño, del amarillo limón al mostaza y le ha hecho algunos cambios más, como ceñirlo a la cintura, lo que resaltaba su silueta. Lo ha combinado con un tocado de estilo floral, clutch en nude de Bottega Veneta y guantes a tono con el diseño. Como joyas ha apostado por unos impresionantes pendientes en forma de lágrima, broche de estilo lazo con citrino en el centro y varias pulseras.
Aunque la Reina ha acaparado toda la atención en cuestiones de estilo, lo cierto es que ha habido un tema adicional que ha concentrado todo el interés en las redes. Bajo el hashtag #Prinsjesdag2020 se haya convertido en viral una imagen del rey Guillermo que nada tiene que ver con la realidad. Un montaje en el que se puede ver al monarca sentado en el trono, pero en una actitud cualquier cosa menos solemne. Vestido de forma veraniega, con camiseta de tirantes, bermudas, chanclas, gafas de sol y un cóctel en la mano. Una sátira creada por Maurice van Berkel y que se ha vuelto viral en Holanda, como respuesta a las vacaciones de lujo de las que disfrutan anualmente los Reyes.