Kate Middleton y Máxima de Holanda, unidas por un espontáneo gesto que no imaginamos en Letizia
La duquesa de Cambridge tuvo un gesto en su reciente viaje a Irlanda, que nos ha recordado a la consorte de los Países Bajos. Te explicamos por qué
Kate Middleton y el príncipe Guillermo ya se han marchado de Irlanda. Un viaje que, desde el prime día dejó un sinfín de imágenes para el recuerdo. Destaca, en particular, una fotografía en la que la duquesa de Cambridge aparece bebiéndose una pinta de cerveza de negra. Una instantánea que se desprende de su visita al Guinness Storehouse’s Gravity Bar con el embajador del Reino Unido, Robin Barnett. Allí, la duquesa de Cambridge alzó su vaso al son del brindis pronunciado por el primogénito de Carlos de Inglaterra y no dudó en llevarse la bebida a los labios.
Durante la velada, Kate Middleton -que hizo alarde, una vez más, de su naturalidad- estuvo acompañada por su marido y una serie de personalidades de diferentes ámbitos como las artes, el deporte, los negocios y las organizaciones benéficas. Entonces, la duquesa de Cambridge también llamó la atención por su espectacular apuesta estilística: un vestido de pailletes en color verde, de la firma ‘The Vampire’s Wife’.
La mujer del príncipe Guillermo no es la única royal que suele demostrar en cada uno de sus actos su naturalidad. A la par se encuentra su homóloga, Máxima de Holanda, la Reina más auténtica. El año pasado, la argentina tuvo un gesto muy similar al de Kate Middleton, cuando asistió a una conocida fábrica de cerveza holandesa, con motivo de la celebración de su 300 aniversario. Entonces, la consorte de los Países Bajos no solo llamó la atención por ponerse el uniforme de trabajo del establecimiento, calzarse con unos suecos y colocarse un gorro de plástico en la cabeza, sino también por brindar con una enorme jarra de cerveza que disfrutó con una gran sonrisa. Una actitud que no podemos imaginar en doña Letizia.
Y es que, en varias ocasiones, la consorte de España ha declarado ser abstemia. Por lo que, cada vez que se le toca brindar por algo en especial, ni siquiera se llega a mojar los labios. Hace unos años, de hecho, asistió al centenario de las bodegas Freixenet -un acto similar al que acudió Máxima en marzo de 2019- y no probó el cava.