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La casa encantada en la que se ha refugiado la princesa de Gales

La princesa de Gales ha abandonado Windsor y se ha trasladado a Norfolk

Catalina Middleton descansa ahora en Anmer Hall

La casa fue un regalo de la Reina Isabel a la pareja

  • Andrea Mori
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La princesa de Gales ha abandonado su residencia en Windsor, Adelaide Cottage, para instalarse en Norfolk. Aprovechando las vacaciones de sus hijos, los príncipes Jorge, Carlota y Luis, Catalina Middleton y el príncipe Guillermo se han trasladado hasta Anmer Hall, que se ubica en el recinto de Sandringham. Allí también se encuentra el rey Carlos III, que ha elegido esta residencia para instalarse tras su diagnóstico de cáncer.

Anmer Hall es una propiedad muy especial para los príncipes de Gales, que aprovechan siempre que pueden para trasladarse allí. Fue un regalo de bodas de la Reina Isabel por su boda, hace ya más de una década y tras una gran reforma, se ha convertido en uno de sus lugares preferidos.

La propiedad, situada en el condado de Norfolk, tiene estilo georgiano, data del SXVIII y a apenas un par de kilómetros de Sandringham. La casa, curiosamente más grande que su residencia actual -Adelaide Cottage- es un lugar ideal para descansar y alejarse de la rutina diaria. Además del edificio principal, cuenta con una valla que la aisla de miradas indiscretas, además de una frondosa vegetación que ayuda a este cometido. Asimismo, la zona está protegida contra posibles objetos voladores que puedan amenazar la seguridad o la privacidad de la familia.

Reforma de la propiedad de Anmer Hall. / Gtres

A lo largo del tiempo se han hecho algunas reformas en la casa, pero la más importante, sin duda, fue la posterior a la boda del príncipe Guillermo y Catalina Middleton. Entre los cambios, además de adaptar el interior al gusto de la pareja, se reformó la pista de tenis, se arregló el tejado y parte de la fachada y se cambió de ubicación la piscina. Además, una de las cosas más llamativas de la casa es el jardín de invierno, en el que se puede disfrutar de la naturaleza sin pasar frío.

La casa tiene un total de diez habitaciones repartidas en tres plantas y la propia Catalina Middleton se implicó personalmente en la decoración, con ayuda del diseñador de interiores Ben Pentreath, el mismo que ayudó en la reforma del apartamento de la pareja en el Palacio de Kensington.

Antes de que la Reina Isabel regalara la casa a los príncipes de Gales, estuvo ocupada por los duques de Kent y por la familia Van Cutsem, amiga de la Familia Real.

Catalina Middleton en una imagen de archivo. / Gtres

Aunque no se tienen muchos detalles de cómo es la casa por dentro, sí se sabe que hay zonas más clásicas y otras más modernas, de hecho, algunas fuentes aseguraron en su momento que hubo algunas cosas que a la Reina Isabel no le gustaron del todo.

Una casa ‘maldita’

Aunque se trata de una de las casas preferidas de los príncipes de Gales, lo cierto es que también tiene un ‘lado oscuro’. Según una leyenda, el espíritu del sacerdote católico, Henry Walpole, fallecido cerca de 1600 acecha la mansión. La leyenda cuenta que este sacerdote que vivió allí fue ahorcado, arrastrado y descuartizado por alta traición, pero su espíritu permanece en la zona. Al menos así lo ha apuntado Richard Felix, un especialista que ha centrado su labor en lo paranormal. Según explica, aunque el sacerdote fue ejecutado en York, se cuenta que algunas personas han escuchado su voz y han visto su fantasma vagando por Anmer Hall.

A Catalina Middleton y al príncipe Guillermo se les advirtió de este tema, pero nunca lo han tenido mucho en cuenta. Es más, la casa de Norfolk es una de las propiedades en las que más tiempo pasan y no parece que tengan miedo de encontrarse con el fantasma.

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