De funcionario de la dictadura a padre repudiado: Así fue la vida de Jorge Zorreguieta

Cuando se habla de Zorreguieta, en Europa inevitablemente se piensa en Máxima de Holanda. Aquella argentina de arrebatadora simpatía que durante una Feria de Sevilla conquistó el corazón del actual rey de Holanda. Sin embargo, allende los mares, el apellido Zorreguieta tiene un pasado mucho más truculento que de cuento de hadas.

El padre de Máxima de Holanda fallecía esta semana en Buenos Aires tras una intensa lucha contra el cáncer. No llegó a cumplir los 90, pero sus casi nueve décadas de vida han dado para mucho. Aunque varios de sus antepasados han estado vinculados a la política, fue a partir de 1976 cuando Zorreguieta adquirió un papel más relevante. Desde 1976 hasta 1981 bajo la dictadura de Rafael Videla, el padre de Máxima ejerció como subsecretario de Agricultura. Una vinculación política a un régimen que le costó muy cara a su hija en el futuro.

Jorge Zorreguieta fue investigado por la Justicia Argentina por su presunta colaboración en el asesinato de cientos de opositores al régimen que trabajaban para la Secretaría de Agricultura u organismos colaboradores. De hecho, existían «listas negras» en las que aparecían los nombres de quienes estaban considerados como personas non gratas para el Gobierno. Él siempre se declaró inocente y nunca se encontraron pruebas en su contra.

Sin embargo, dicen que el amor no entiende ni de política ni de religión y contra todo pronóstico, la hija de un funcionario de la dictadura argentina logró casarse con el heredero al trono de una de las Monarquías más antiguas de Europa. A pesar de que el pasado del padre de Máxima amenazaba su compromiso, el propio Zorreguieta quiso dirigirse a la comunidad holandesa para explicar la situación y el contexto en que desarrolló su labor política: “La situación en Argentina en marzo de 1976 era de caos económico, social y político. Hubo coincidencia para que las Fuerzas Armadas pusieran orden en el país y así poder llegar a una democracia estable y pacífica”. Una misiva con la que el ex político intentaba apaciguar los ánimos y justificar de alguna manera la acción del ejército en la Argentina de Videla.

A pesar de su buena voluntad y esfuerzos, el Parlamento holandés determinó que, debido a sus antecedentes y a las quejas de los organismos pro Derechos Humanos, Zorreguieta no debía asistir a la boda de su hija, algo que causó gran tristeza en la actual reina. Por el mismo motivo, tampoco pudo ser testigo del momento en que Máxima se coronó reina de Holanda.

Aunque a nivel oficial, Zorreguieta no ha estado presente en los momentos más importantes de la vida de su hija, lo cierto es que ha mantenido una buena relación con su familia política. Ha compartido con ellos momentos privados y todos los veranos ha disfrutado de la compañía de sus nietas y su yerno en su Argentina natal.

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Pese a que la vida de Jorge Zorreguita ha estado ligada en su mayor parte a Carmen Cerruti, con quien se casó en 1971, el político estuvo casado antes con la filósofa y escritora Marta López Gil. Se desconoce el año en que se casaron pero estuvieron juntos hasta 1965. Tuvieron tres hijas, Dolores, Ángeles y María. Sin embargo, el verdadero amor al padre de la Reina parece que le llegó tarde y ha sido Carmen quien no se ha separado de él hasta que ha exhalado su último suspiro.