Nuevo Futuro organiza un último funeral por la infanta Pilar
La organización solidaría de la que doña Pilar era presidenta honorífica prepara una misa homenaje para el día de San Valentín
El pasado 8 de enero, la familia del Rey recibió una de las noticias más tristes. La infanta doña Pilar de Borbón fallecía a los 83 en el madrileño hospital Ruber Internacional tras varios días ingresada por una infección respiratoria. Un mes después continúan los homenajes a quien, sin duda, ha sido uno de los miembros miembros más queridos del clan Borbón.
El pasado 29 de enero, el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial acogía el solemne funeral por la Infanta. Una misa presidida por los reyes don Felipe y doña Letizia en la que han estado presentes don Juan Carlos y doña Sofía y las infantas doña Elena y doña Cristina. A las exequias no han faltado los cinco hijos de doña Pilar y sus cónyuges, además de sus nietos y numerosas personalidades de la aristocracia y la vida política nacional e internacional, incluida la princesa Beatriz de Holanda, gran amiga de la tía de Felipe VI. Dos días después, la Catedral de la Almudena acogía un segundo funeral, de carácter más privado y organizado por la familia, en el que no hubo representación por parte de la Casa Real. Sin embargo, aún queda un homenaje para la Infanta.
Se trata de la misa que tiene la intención de ofrecer la asociación de la que doña Pilar era presidenta de honor, Nuevo Futuro. Tal como confirma Monarquía Confidencial, la organización ha preparado una misa en recuerdo de la Infanta para el próximo 14 de febrero, día de San Valentín. Será en la Iglesia de San Francisco de Borja de Madrid a las 20:00 horas.
Está previsto que a la misa asistan todos los miembros de la organización, aunque se desconoce si habrá presencia de la familia o de algún representante de la Casa Real. Lo que sí ha trascendido es que de cara al próximo Rastrillo, Nuevo Futuro tiene pensado preservar el legado de doña Pilar y organizar algún tipo de homenaje más cuando se acerque la fecha.
La capilla ardiente se ubicó en el domicilo madrileño de la hermana del rey Juan Carlos y tal como expresó la infanta Pilar, fue incinerada y descansa en paz en el cementerio de San Isidro junto a su marido, Luis Gómez Acebo, pese a que por su condición podía haber elegido el Panteón de Infantes del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.