La infanta Cristina, Isabel Pantoja y Maite Zaldívar, ¿iguales ante la ley?
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“Si se creía en la Justicia cuando se sentaba en el banquillo a la Infanta, creo que se deberá creer cuando ha sido absuelta. Sería un buen momento para quienes han expresado un rechazo por la presunción de inocencia, rectifiquen”. Las primeras declaraciones de Miguel Roca, abogado de la Infanta Cristina, tras la sentencia del Caso Nóos han levantado ampollas.
El juicio mediático que la opinión pública ha llevado a cabo durante los más de seis años que ha durado la resolución de la causa ha sido mucho más duro con la hermana del Rey Felipe de lo que lo ha sido la justicia. Las redes sociales ardían este viernes clamando contra el fallo que ha dejado absuelta a doña Cristina, pero si ha habido alguien que ha llorado ‘lágrimas de sangre’ con este asunto han sido Isabel Pantoja y Maite Zaldívar, las ‘otras infantas’, las mujeres de otro condenado por corrupción que sí han pisado la cárcel por beneficiarse de las fechorías de sus parejas.
Maite Zaldívar: «Ahora se me confirma que las leyes tienen nombres y apellidos»
Isabel Pantoja, convertida en una mujer nueva con su gira de conciertos desea pasar página y no quiere ni oír hablar de “ese lugar” en el que ha estado encerrada casi dos años, pero Zaldívar, que aún cumple condena, sí ha querido dar a ‘LOOK’ su particular opinión sobre la absolución de doña Cristina. “Sentí rabia, coraje, injusticia, pero, sobre todo, lo que siento es que no entiendo nada. Hay veces que aunque sepas las cosas, te sobrepasan. Hace tiempo, en 2014, ya hablé con mi abogado de este tema y ahora se me confirma que las leyes tienen nombres y apellidos”, responde Maite visiblemente enfadada.
La exmujer de Julián Muñoz, en libertad condicional, no quiere -ni puede- disimular su malestar con lo ocurrido en los últimos días. En su caso el juez decidió que era conocedora del origen ilícito del dinero que entraba en su casa, algo que en el caso de la Infanta no se ha podido demostrar: “Yo voy a hablar de mí. Soy una persona con una cultura más bien baja, no tengo secretarios, no tengo asesores… (…) Ya no es cuestión de ser culpable o inocente o creer más o menos en la justicia, creo que no es la realidad porque con el “no sé, no me acuerdo, yo creía fielmente en mi marido” pues en fin… no creo que ese sea el camino a seguir en las leyes. Esto no es cuestión de si eres conocedor o no. Es cuestión de que los que juzgan te crean o no”.
Pregunta: ¿Crees que la aplicación de la ley ha sido distinta para ti, que la justicia no es igual para todos?
Respuesta: Claro, pero no porque piense o sienta que a la infanta Cristina la tenían que haber inculpado o culpado. No, no es eso. Es porque la lectura se ha hecho totalmente distinta. No ha sido absuelta solo la infanta, hay otras mujeres absueltas, aunque se habla de la Infanta por ser quien es, y lo que digo es por todas. No me siento tan inteligente como los demás deben creer que soy o lo era. ¿Por qué tenía que saberlo y las demás no? La justicia, efectivamente, no es para todo el mundo igual.
Zaldívar: «Un porcentaje muy alto de mujeres, a todos los niveles, no se entera de todo»
P: El juez Castro lamenta que se crea la tesis de la “mujer florero”, ¿piensas que la infanta o las otras implicadas en Nóos son mujeres florero?
R: En el caso de doña Cristina no voy a pensar que siendo quien es, teniendo los estudios que tiene, los asesores y secretarios que tiene a su lado, pueda llegar a ser una mujer florero para nada y las demás mujeres creo que tampoco. Ni en Nóos ni en otros casos. Pero no por ello quiero decir que tenían que estar enteradas o al corriente de lo que hacían sus maridos. Un porcentaje muy alto de mujeres, a todos los niveles, no se entera de todo. El marido se va a trabajar fuera y a ti te puede contar una cosa y luego estar haciendo otra, oye el mío me ponía todos los días los cuernos y luego no venía y me lo contaba, tampoco me iba a contar lo otro.
Maite Zaldívar asegura que su condena ya estaba escrita antes de ser juzgada. “¿Por el linchamiento público?”, quiere saber ‘LOOK’. “Bueno, más que linchamiento publico creo que había que dar una nota de color a la corrupción y era la mejor manera de darla y así se tapaban otras muchas cosas”, explica resignada.
La exesposa de Julián Muñoz hace hincapié en que la suya y la de Isabel Pantoja fueron dos condenas ejemplarizantes. Al presidente de la Audiencia de Málaga le hizo célebre su afirmación sobre este tipo de fallos. “Los jueces no debemos ser ajeno a lo que siente la ciudadanía y sí hay mayor sensibilidad hacia los casos de corrupción. Un personaje público, además, tiene que ser ejemplar”, dijo. En el caso de la Infanta, cuya relevancia pública, pudiera ser incluso mucho mayor que la de Zaldívar, la razón principal de su absolución estriba en que no se han podido probar los delitos de los que se le acusaba. Una vez la justicia estimó que dichos delitos no podían ser probados, el juicio de doña Cristina discurrió por un sendero muy distinto al de Maite. Ambas se sentaron en el banquillo por amor y por confiar ciegamente en su pareja, pero las dos corrieron distintas suertes.
¿Cuáles con los aspectos fundamentales de la comparativa de las resoluciones?
Puestos en contacto con el abogado Javier Ángel Martín para valorar en qué medida pueden ser comparadas las sentencias de Maite y doña Cristina, explica: “Uno de los aspectos fundamentales de la comparativa de las resoluciones reside en la prueba del dolo, la intención y conocimiento para cometer el delito. Las condenas tan dispares, pero con una defensa tan similar ‘el desconocimiento’ vienen fundadas en la prueba que demuestra que una cometió los hechos de que se le acusan y a la Infanta con el mismo argumento no se ha probado”.
“El desconocimiento absoluto que Maite Zaldívar argumenta sobre la procedencia del dinero y si venía por los hechos delictivos realizados por su ex marido en la sentencia queda probado. El fallo asegura que realizó numerosas acciones como la compra de bienes, la constitución de algunas sociedades mercantiles y las disposiciones de dinero en Suiza y en España cuyos capitales procedían en la mayoría de los casos de las actividades políticas de su exmarido. Esa es la principal diferencia entre ambas mujeres porque en el caso de la Infanta ni siquiera se ha podido probar que estuviera al corriente de los actos delictivos de su marido”, apostilla el letrado a ‘LOOK’.
Sin embargo, para muchos la ignorancia de la hermana del Rey ante los desmanes de su marido no era tal. Hay que recordar que Cristina de Borbón era socia al 50% de Aizoon, la sociedad que el exduque de Palma crea para desviar el dinero obtenido de forma ilícita. También es miembro de la junta directiva de Nóos y cargó varios gastos a Aizoon como el alquiler de su casa (sede de la sociedad) y el salarios de los empleados domésticos. Además también incluyó facturas de algunas actividades privadas como safaris y clases de salsa y llegó a pagar con una tarjeta de crédito de Aizoon la fiesta del 40 cumpleaños de Iñaki. Todo ello después de 2006, año en que el propio conde de Fontao, exasesor de la Casa del Rey, le aconseja a Urdangarin que abandone las actividades de Nóos. El exdeportista y su mujer acataron sí, pero ya era tarde.