A vueltas con el anillo: los ‘mensajes’ de la infanta Cristina con su alianza de boda
Suele decirse que las palabras se las lleva el viento pero, en ocasiones, los complementos y las joyas también aparecen y desaparecen como por arte de magia, especialmente, cuando estos son utilizados para mandar ‘mensajes’. Este parece ser el caso de uno de los anillos más importantes de la infanta Cristina, su alianza de boda. Aunque con toda probabilidad la hija del rey Juan Carlos cuenta con piezas mucho más valiosas en su joyero, la alianza es el complemento más significativo a nivel personal, y más aún desde que empezase el largo proceso que puede acabar con su marido entre rejas. Por tanto, este es un motivo de peso que justificaría que la infanta Cristina lance mensajes, tanto a su familia como a los medios, a través de su decisión de lucir este anillo o, por el contrario, de hacer notable su ausencia.
La primera vez que la infanta lució esta alianza fue, como es lógico, el día de su boda en la catedral de Barcelona. Pocos podrían haber presagiado aquel 4 de octubre de 1997 cómo acabaría este cuento de hadas y príncipes azules. Desde entonces, doña Cristina lució con regularidad este anillo hasta finales de 2011, momento en el que Iñaki Urdangarin fue imputado en el caso Nóos.
Ante la gravedad de los delitos que se le atribuían al entonces duque de Palma, el rey Juan Carlos habría aconsejado a su hija un distanciamiento de su marido, a poder ser en forma de divorcio. Ella no quiso ceder en este punto y optó por seguir junto al padre de sus hijos asumiendo las consecuencias, como ser apartada de los actos de la Familia Real. Sin embargo, cuando se reunía con sus padres y sus hermanos, comenzó a retirar de su mano la alianza que representaba la vergüenza de la Corona.
Así fue durante los años posteriores, cuando se la pudo ver en actos como el centenario del nacimiento de su abuelo, Juan de Borbón, en 2013, momento en el que lució su mano derecha ‘desnuda’. Aquel homenaje recuerda al celebrado ayer, 3 de marzo, en el que se ha conmemorado el 25º aniversario del fallecimiento de Don Juan. En esta ocasión, en la que la infanta Cristina se reunía con el resto de la Familia Real y cuando se cuentan los días para que el Supremo previsiblemente corrobore la sentencia de cárcel a Urdangarin, la hermana del rey ha optado de nuevo por prescindir de la alianza.
Sin embargo, no siempre ha sido así. Y es que en uno de los momentos más difíciles de los exduques de Palma, cuando ambos se sentaron en el banquillo por el caso Nóos, doña Cristina volvió a lucir su anillo de boda. Era junio de 2016 y, expuesta al escarnio público, la infanta se refugió en su unión con el hombre por el que lo había apostado todo. Ahora solo queda esperar a que la sentencia sea firme para saber si, finalmente, Urdangarin ingresa en prisión. Será en ese momento cuando la hermana del rey habrá de mandar otro mensaje a través de su anillo. ¿Seguirá en su dedo como muestra de apoyo a su marido o se lo habrá llevado el viento?