La infanta Cristina cumple 59 años, cada vez más presente y con todos sus hijos en España
La infanta Cristina cumple 59 años en un momento de cambios personales
Según las últimas informaciones, tres de sus hijos viven en Madrid mientras ella continúa con su residencia fija en Ginebra
El último cumpleaños en el que la infanta Cristina sopló las velas como mujer soltera fue el que tenía sobre la tarta 32 velas. Hoy, 27 años, una boda y un divorcio después, la hija pequeña de Juan Carlos I vuelve a soplar las velas de la misma manera. Lleva desde enero de 2022 separada de Iñaki Urdangarin, pero no fue hasta diciembre de 2023 que se hizo oficial, firma mediante, su vuelta a la soltería.
Doña Cristina cumple 59 años en un momento agridulce si se tiene en cuenta lo que se sabe sobre su vida actual. A pesar de que últimamente son muchas las veces en las que se deja ver en nuestro país, la hermana de Felipe VI continúa con su residencia fija en Ginebra, lugar en el que se estableció como madre de familia en 2013 y en el que oficialmente sigue viviendo a pesar de que ya no está con ella ningún miembro de su familia. Tal y como se ha ido sabiendo, los hijos de los que fueran duques de Palma han ido volando del nido y aunque en distintos momentos se han estado formando en distintos lugares del mundo, actualmente Juan, Irene y Miguel viven en Madrid, mientras Pablo lo hace en Barcelona. Con todos los chicos fuera del nido, separada legalmente y con la totalidad de su familia -a excepción de su padre- viviendo en España, cada vez son más habituales las veces en las que la Infanta se deja ver por aquí. Señal, para algunos, de su interés en regresar y poner así fin a una etapa inevitablemente ligada al Caso Noos y todo lo que vino después.
Pero más allá de esta soledad, que puede no ser tal si se tienen en cuenta los fuertes vínculos que mantiene con todos los suyos excepto, al menos públicamente, con Felipe VI y su familia, lo cierto es que doña Cristina comienza a vivir una etapa de mucha libertad. No solo como madre, que más allá de sus preocupaciones habituales ya no tiene que hacerse cargo del día a día de sus hijos, sino también como mujer soltera que no tiene más que contar con ella misma para decidir qué hacer y qué no hacer. Y como hija, por supuesto. Hay que tener en cuenta que su imputación junto a su marido le costó la distancia pública de los suyos, y que no ha sido hasta hace solo unos meses cuando se le ha visto volver, poco a poco, a ser una más en los encuentros entre la familia Borbón y Grecia. Lo que ocurre con los Borbón Ortiz es otro cantar.
Viajes a Canarias con su prima e íntima amiga Alexia de Grecia, tardes de grada junto a su nuera viendo a su hijo Pablo triunfar en el mundo del balonmano, gestiones de autoescuela junto a su hija Irene o eventos casi familiares como la boda de Teresa Urquijo con José Luis López-Almeida son solo algunos de los últimos planes en los que se ha visto a la infanta. Y aunque son este tipo de citas informales las que más se suceden en su presente actual, no son las más relevantes en lo que a ser hermana del Rey se refiere. Este año y de manera tan claramente ligada a su divorcio legal de Urdangarin como inesperada, doña Cristina ha participado junto a su madre en una salida a las procesiones de Semana Santa de Madrid y, muy recientemente, ha coincidido con su hermano en un acto en el que han compartido plano por primera vez en años. Señales de un nuevo comienzo que, quién sabe, bien podría tener hoy, con motivo del cumpleaños de Cristina, un nuevo -y previsiblemente privado- acercamiento entre la ex duquesa y su hermano pequeño.