No todo es tan idílico entre los ‘Fab Four’, los príncipes Harry y William, más distanciados que nunca y Meghan es la causante
La llegada de Meghan Markle podría 'haber roto' la estabilidad de la que disfrutaban hasta entonces los duques de Cambridge y el príncipe Harry.
Algo está pasando en las entrañas del Palacio de Kensington. Desde hace varios días, la prensa británica no habla de otra cosa. Entre titulares que alaban la labor de los recién estrenados duques de Sussex y su primer viaje oficial a las Antípodas, otros refieren con precaución una situación que lleva fraguándose desde hace meses, la ruptura definitiva del status quo entre los príncipes Harry y William. Si desde la muerte de Lady Di los hermanos habían sido uña y carne, parece que la llegada de Meghan Markle al clan Windsor no habría sido tan idílica como nos han hecho creer hasta ahora y el anuncio del embarazo de la exactriz ha sido la gota que ha colmado el vaso.
A pesar de que Meghan ha sido recibida con los brazos abiertos en la Familia Real Británica, de alguna manera ha provocado que el príncipe Harry vuele solo. Hasta ahora, el hijo menor de Carlos de Inglaterra formaba, junto a los duques de Cambridge, una especie de trío inquebrantable a todos los niveles. No solo tenían actos conjuntos, sino que además contaban con la misma secretaría y vivían juntos en el recinto del Palacio de Kensington. Con la llegada de Meghan, y sobre todo del futuro bebé, esta situación tiene visos de cambiar. Fuentes cercanas a los hermanos aseguran que, tanto William como Harry están muy volcados en sus respectivas familias y eso provoca que ya no piensen como una unidad. A esto hay que sumarle que el papel de cada uno de ellos es muy diferente de cara al futuro. De momento, los trámites para separar la organización logística ya se han iniciado, así como la posible mudanza de los Sussex fuera del recinto de Kensington. Un paso decisivo que deja claro un cambio en las relaciones entre los hermanos.
Hace unos días se planteó un debate en torno a si el futuro bebé Sussex debería recibir algún título y tratamiento de Alteza Real, algo que por derecho no le corresponde y que sería potestad de la Reina otorgarle a través de unas cartas credenciales. Aunque Harry es uno de los nietos favoritos de Isabel II y es más que probable que quisiera dar este rango a sus hijos, lo cierto es que los Sussex no quieren tal privilegio para su progenie y han mostrado su deseo de que sus hijos tengan una infancia normal, al igual que hizo la princesa Ana. Este es un motivo más que justifica la ‘separación’ entre Harry y William. Así las cosas, no tiene mucho sentido que continúen compartiendo secretaría y obligaciones ya que, es más que probable que no dentro de mucho, si los pronósticos se cumplen, William asuma el ducado de Cornualles y probablemente el título de príncipe de Gales, lo que dejaría de Harry mucho más desplazado de las obligaciones con la Corona.
Han pasado ya más de veinte años desde que Lady Di falleciera en un trágico accidente que marcó el destino de los nietos de la reina Isabel. Hoy, Harry y William han sabido elegir su propio camino, un camino que discurrió paralelo, o casi, hasta hace poco más de dos años. Ahora, cada uno tiene que determinar el patrón a seguir. La suerte está echada para William, que algún día será el rey de Inglaterra pero Harry tiene la libertad de elegir su propia senda.