Esta es la tradición navideña favorita de la Reina Letizia
La reina Letizia acude cada 6 de enero a casa de su padre
Esta tradición ha perdurado a lo largo de los años
La Navidad es una época repleta de tradiciones arraigadas en el corazón de cualquier familia. Como cada año, una de las costumbres favoritas de la Casa Real española es ir todos juntos a merendar roscón el día de Reyes a casa de Jesús Ortiz, padre de Doña Letizia. Para ella, supone uno de los momentos más entrañables y significativos del año. Un dulce que se sabe que es el propio padre de la Reina el que suele elaborarlo.
Esta tradición ha perdurado a lo largo de los años, incluso después de su matrimonio con el rey Felipe VI y su entrada a la familia real española. A pesar de sus obligaciones y compromisos como reina consorte, Letizia mantiene un espacio en su agenda para compartir este momento especial con su padre, manteniendo viva la conexión con sus raíces y el valor de la familia en su vida.
El roscón no solo es un postre, sino un símbolo de unidad, amor y continuidad de tradiciones familiares que Letizia atesora profundamente. Esta tradición es un recordatorio de la importancia de preservar los lazos familiares y la esencia de la Navidad, más allá de las responsabilidades y el protocolo real.
El príncipe hizo su primera visita para compartir el roscón navideño en casa de su futuro suegro apenas dos meses después de que se anunciara su compromiso. Esta tradición arraigada en la familia Borbón Ortiz data desde el año 2003 y continúa hasta el día de hoy, marcando un ritual anual significativo para la unión de ambas familias. A lo largo de los años, esta costumbre se ha mantenido como un símbolo de unidad y celebración conjunta, consolidando la conexión entre las familias real y Ortiz. Esta visita inaugural del príncipe a la casa de su suegro fue el inicio de una tradición duradera que ha tejido lazos familiares a lo largo del tiempo.
El menú de Noche Buena que prepara la Reina Letizia
La llegada de los reyes Felipe y Letizia al trono, trajo consigo una Navidad más sobria y austera para la Familia Real. Se alejaron de cenas abundantes y fiestas masivas, optando por una velada íntima junto a sus hijas, y a lo sumo, la presencia de la abuela de las jóvenes. Letizia se encarga del diseño del menú para esta ocasión especial, permitiéndose un pequeño desvío de sus estrictas reglas para disfrutar de los manjares navideños.
En la mesa, se sirven platos como pavo relleno de verduras, salmón ahumado, pudín de marisco, jamón ibérico, foie o angulas, entre otros. Este menú, más abundante de lo habitual para la reina, encaja perfectamente con los sabores típicos de la Navidad. De postre, los reyes optan por dulces navideños, frutas y helado de café, el favorito de la madre de Letizia, Paloma Rocasolano. Un gesto en honor a la abuela, quien ha sido una constante compañía en los momentos cruciales de la vida de la reina y sus hijas.