Casa Real

ESTUDIADO GESTO

La sutil reivindicación de los duques de Edimburgo en la monarquía menguante de Carlos III

Los duques de Edimburgo juegan un papel esencial en la estructura de la Corona.

Aunque mantienen un perfil discreto, son un apoyo fundamental para el rey Carlos III.

La pareja prefiere dejar al margen a sus hijos, para que puedan llevar una vida normal.

  • Andrea Mori
    • Actualizado:

Antes de que el rey Carlos III sucediera a su madre, la Reina Isabel, en la jefatura del Estado, se había hablado de los planes del soberano para la institución. Una de las cosas que más se había era que el monarca tenía la intención de que la monarquía tuviera un perfil más discreto, esto es, alejada de polémicas, con menos miembros y más útil para los ciudadanos. Esto significaba que irremediablemente iba a contar con menos efectivos y se iba a poner el foco en los Reyes y los príncipes de Gales y sus hijos.

Sin embargo, la realidad es que, a día de hoy, el monarca se apoya en algunas figuras más para poder dar respuesta a las necesidades de representación de la institución, como es el caso de la princesa Ana o de los duques de Edimburgo. Precisamente Ana, a la que está muy unido, no tuvo reparos en decir abiertamente que no le parecía adecuada esta estrategia del Rey de cara a reducir el número de representantes de ‘La Firma’, puesto que hay muchas tareas a las que hacer frente y no tantas personas con capacidad para hacerlo.

Los duques de Edimburgo en un acto oficial. / Gtres

No obstante, más allá de la princesa Ana, los duques de Edimburgo son otro de los apoyos fundamentales del soberano y ellos mismos han querido reivindicar, en cierta medida, su papel esencial en el presente de la monarquía, sobre todo, tras las crisis de imagen del pasado más inmediato.

Una estrategia cuidada

Lo han hecho de manera discreta, a través de su felicitación navideña, para la que han elegido una simbólica imagen. Tal como ha confirmado la periodista Stephanie Takyi en su columna del Daily Mail, este año, la pareja ha escogido una imagen de un momento cargado de significado para el príncipe Eduardo y su esposa. Se trata de una instantánea de su primer acto como duques de Edimburgo, justo después de que se conociera que el rey Carlos III había concedido el título de su padre a su hermano menor.

Los duques de Edimburgo el día que recibieron su título. / Gtres

La fotografía data del mes de marzo y en ella se ve al príncipe Eduardo y a su mujer disfrutando de una actuación del coro ucraniano en la ciudad de Edimburgo, el día en que recibieron sus nuevos títulos. En la contraportada de la felicitación, dos fotografías de la pareja, por separado. El duque de Edimburgo junto a un caballo en Irlanda del Norte, mientras que Sophie aparece con un cachorro en una clase en el Centro de Entrenamiento de la Asociación de Perros Guía para Ciegos en la localidad de Reading. La tarjeta aparece adornada con el monograma de la pareja y con un sencillo mensaje de felicitación de parte de los cuatro miembros de la familia, aunque en las imágenes solo están los protagonistas principales.

Un detalle llamativo que recalca que son los duques de Edimburgo los que tienen un papel destacado en la Familia Real y en la ‘monarquía menguante’ de Carlos III, mientras que sus hijos permanecen al margen. Además, la elección de una fotografía de la jornada en la que se hizo oficial su nuevo título es un claro guiño al importante rol que desempeñan en la estructura de ‘La Firma’, además de que representan la continuidad del legado del príncipe Felipe.

Lo último en Casa Real

Últimas noticias