«Su Majestad el Rey Alberto II ha tomado nota de los resultados de la muestra de ADN a la que se prestó por solicitud del Tribunal de Apelaciones de Bruselas. Las conclusiones científicas indican que él es el padre biológico de la señorita Delphine Boël», comienza diciendo el comunicado.
Sin embargo, aunque el monarca admita su relación biológica con Delphine, su deseo es terminar lo antes posible con un proceso que ha supuesto un gran perjuicio para él: «Incluso si existen argumentos y objeciones legales para justificar el hecho de que la paternidad legal no es necesariamente un reflejo de la paternidad biológica y que el procedimiento adoptado le parece cuestionable, el Rey Alberto decidió no hacerlo y poner fin con honor y dignidad a este doloroso procedimiento».
El monarca matiza que no ha estado involucrado en ningún momento en la crianza de la que por genética es su hija, dejando claro que la paternidad legal difiere de la biológica: «El Rey Albert desea señalar que, desde el nacimiento de la Sra. Delphine Boël, no estuvo involucrado en ninguna decisión familiar, social o educativa relacionada con la Sra. Delphine Boël y que siempre respetó el vínculo que existía entre la Sra. Delphine Boël y su padre legal.»
Para el padre de Felipe de Belgas, ha sido Böel la que ha iniciado un doloroso proceso casi cuatro décadas después de estar plenamente integrada en su familia. Un proceso que, además de incurrir en contradicciones judiciales, ha supuesto una violación de la privacidad de las partes implicadas. «Más de cuarenta años después, la Sra. Delphine Boël decidió poner fin a su vínculo legal y socioemocional con su padre y cambiar de familia. Y esto a través de un procedimiento largo y doloroso que ha resultado ser judicialmente contradictorio. Este procedimiento no respetó la privacidad de las partes.»
Aunque el rey Alberto haya admitido la paternidad, quedan aún muchos flecos pendientes en una relación que, aunque de iure sea legítima, de facto es difícilmente recuperable por todo lo que ha implicado.
Una ardua batalla