De la Costa Azul a París: así fue el último e intenso verano de Diana de Gales
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Las últimas palabras de Diana de Gales
Tímida y de carácter cercano. Así era la princesa Diana de Gales. El 29 de julio de 1981, la catedral de San Pablo de Londres se convirtió en el escenario de una boda que algunos recuerdan como un perfecto cuento de hadas, sin embargo, la realidad era otra completamente diferente. El matrimonio en Diana Spencer y el príncipe de Gales no estuvo exento de polémica y, finalmente terminó en una tragedia que llegó a todos los rincones del mundo.
La Princesa era querida por todos y su muerte fue un duro mazazo. Nadie se lo podía creer. El 31 de agosto de 1997 Diana murió en un accidente automovilístico en el túnel del Puente del Alma, al margen del río Sena, en París -Francia-. El conductor huía de los paparazzi, cuando de repente el vehículo sufrió un choque frontal que le costó la vida a la princesa Diana y a su pareja, Dodi Al Fayed, incluida la de la persona que estaba al control del vehículo.
Quien sí sobrevivió a la catástrofe fue el guardaespaldas de Diana, Trevor Rees-Jones. La noticia del fallecimiento de Diana de Gales dejó completamente destrozados a sus hijos, los príncipes Guillermo y Harry, con quienes mantenía una excelente relación y con quienes compartía la mayor parte de su tiempo. Eran su todo. El funeral fue televisado el 6 de septiembre y gentes de todo el mundo lloraron la muerte de una Princesa que lo cambió todo.
En vida, la que fuera esposa del príncipe Carlos estuvo muy volcada con las causas sociales y, durante sus apariciones públicas, el mundo entero salía a la calle para recibirla. Ella, a cambio mostraba un eterno agradecimiento a través de su cercanía. Pero, ¿cómo fue su último verano?
El último verano de Lady Di
En 1992 Diana de Gales ya era una mujer separada del príncipe Carlos, sin embargo, no se oficializó la separación hasta cuatro años más tarde. Después de poner fin a la que podría haber sido su perfecta historia de amor, que finalmente no lo fue, la Princesa protagonizó una de las portadas más icónicas de Vanity Fair, en la que fue retratada por el fotógrafo Mario Testino. En aquel número posó de lo más sonriente, vestida de blanco, una simbología que invitaba al lector al nuevo renacer de Diana Spencer.
En julio del 97, celebró el que sería su último cumpleaños. El destino se truncó y el 22 de ese mismo mes, tuvo que acudir al funeral de un gran amigo, el diseñador Gianni Versace, quien había sido asesinado el día 15 a las puertas de su mansión de Miami. El diseñador siempre fue uno de los grandes apoyos de la Princesa y poco antes de que Lady Di viajara a St.Tropez, ambos estuvieron juntos. “Está tan serena… es un momento en su vida, creo, en el que se ha encontrado a sí misma y está viviendo de la manera que quiere vivir”, dijo Versace en la citada publicación sobre el estado anímico de su amiga. Fue a los pocos días de pronunciar estas palabras cuando Gianni falleció de manera trágica.
Cinco días antes del funeral de Gianni Versace, Diana estuvo disfrutando de unos días de vacaciones en Saint Tropez. El diario británico The Daily Express relató que en el citado enclave Diana junto a sus hijos, Guillermo y Harry, realizaron una visita a Castle St. Therese, una inmensa villa propiedad del egipcio Mohamed Al-Fayed. Fue en esta propiedad donde Diana conoció al hijo de este, Dodi Al-Fayed.
Tras el entierro del diseñador, Diana retomó su retiro de desconexión y volvió a citarse con Dodi. Esta vez, en solitario. Todavía quedan en el recuerdo de los nostálgicos aquellas fotografías en las que surcaba el Mediterráneo en el lujoso yate ‘Jonikal’ de Al-Fayed. Esa estampa fue la primera en la que la Princesa se mostraba en compañía de otro hombre que no fuera Carlos de Inglaterra.
La noche en la que ambos fallecieron en París, cenaron en el hotel Ritch de la ciudad parisina y, aunque trataron de pasar desapercibidos los fotógrafos querían captar la imagen de ellos dos juntos en uno de los veranos más especiales para Lady Di. Minutos después de ser fotografiados, el destino se truncó y la tragedia tiñó de negro la historia de una Princesa que estaba cambiando las cosas.