2 días, 61 palabras y 36 horas para redactarlo: el comunicado de la Reina Isabel en cifras
La entrevista de Harry y Meghan ya ha tenido su respuesta
Dos días ha tardado la Casa Real británica en pronunciarse tras la polémica, y esperada, entrevista del príncipe Harry y Meghan Markle que ofrecieron a Oprah Winfrey y que ha emitido, en dos partes, la cadena CBS. Mientras los medios de comunicación de medio mundo comentaba las duras palabras del matrimonio hablando sobre racismo, salud mental, soledad y decepciones, la Reina Isabel ni ningún otro miembro de los Windsor se había pronunciado, hasta ayer por la tarde. La diferencia horaria entre Estados Unidos e Inglaterra hizo que el pasado fin de semana se contara que la soberana inglesa no se molestaría en trasnochar para ver a su nieto y la mujer de este, aunque sí se aseguró que miembros de su equipo tomarían buena nota de todo.
48 horas después, Buckingham Palace emitía el esperado comunicado firmado por la Reina. Solo 61 palabras para lamentar lo difícil que han sido los últimos años para Harry y Meghan, «toda la familia se ha entristecido al conocer el alcance de la dificultad que han resultado los último años para los duques de Sussex», de quienes dice que «siempre serán muy queridos» en la familia.
Reconoce que los asuntos tratados en la entrevista son «preocupantes», especialmente las acusaciones de racismo vertidas por los duques de Sussex, haciendo hincapié en que estas afirmaciones deben tomarse «muy en serio» y deben ser abordadas por la familia «de forma privada». Y concluye el escrito de manera rotunda afirmando que: «Harry, Meghan y Archie siempre serán unos miembros de la familia muy queridos».
Un comunicado «muy pensado» en tono conciliador que ha dividido la opinión de los analistas. Mientras que unos han criticado la brevedad del mismo, otros han aplaudido precisamente esa manera de tender la mano a los duques de Sussex, restándole al tiempo cierta credibilidad a sus declaraciones.
Según ‘The Telegraph’, tanto el secretario privado de la Reina, Edward Young, como el del príncipe Carlos, Clive Alderton, además de otros empleados, vieron en directo la entrevista de Harry y Meghan con Oprah Winfrey a través de un enlace enviado por el equipo de comunicaciones de palacio. Y de ahí se prepararon los correspondientes resúmenes con toda la información, destinada a los miembros de la familia real.
A la mañana siguiente, y según el tabloide, la reina Isabel II mantuvo una reunión telemática -ella está en el castillo de Windsor- con el príncipe Carlos -en Clarence House-, y su nieto el príncipe Guillermo, que ese mismo día había regresado a Kensington. Los tres acordaron la emisión del comunicado que parece ser, ya estaba listo el lunes, aunque como publicó The Times, la monarca no quiso apresurarse y prefirió meditarlo durante 24 horas más para no dejar ningún fleco suelto, y asegurarse, sobre todo, de que las palabras y el tono eran los adecuados.
Habla un experto cercano a la Casa Real
Quien fura secretario de prensa de Isabel II en la época de Lady Di, Dickie Arbiter, ha manifestado que a pesar de lo escueto del comunicado, la Familia Real británica está trabajando en una estrategia para manejar esta crisis, y además ha admitido que no se esconderán sus problemas con los duques de Sussex. «Son argumentos muy serios y se pondrán todos manos a la obra. Supongo que los asesores de palacio habrán visto una y otra vez la entrevista y la habrán analizado en detalle antes de enfrentarse al comunicado», ha dicho en Vanity Fair USA quien manejara la situación en 1995 cuando Lady Di dio su mítica entrevista en la que confesó que en su matrimonio siempre habían sido tres.
De cara al público, y según él, los miembros de la Familia Real aparentarán normalidad. Y así ya lo han hecho. El lunes era Kate Middleton quien reaparecía en una reunión a colación de la celebración del Día Internacional de la Mujer y un día más tarde era el propio príncipe Carlos quien retomaba su agenda visitando un centro de vacunación londinense. Ni uno ni otro hicieron declaración alguna sobre lo dicho por Harry y Meghan. «Se comportarán como si nada», ha dicho Arbiter. «Si se escondieran detrás del sofá, sería como admitir su culpa. Si no hay falta o delito, sales ahí fuera y te enfrentas al público». Así es la flema británica.