Casa Real

46 cumpleaños

Charlene de Mónaco: los detalles de la transformación de ‘sirena’ a diva del lujo silencioso

La princesa Charlene cumple 46 años en uno de sus mejores momentos

Después de unos años complicados, ahora Charlene está más cómoda que nunca

Está volcada en su agenda y siempre muy pendiente de sus hijos, Jacques y Gabriella

  • Andrea Mori
    • Actualizado:

El Principado de Mónaco vive una de sus etapas más prósperas. Los últimos meses han sido de celebración, especialmente por el centenario del nacimiento del príncipe Rainiero pero ahora además se suma el cumpleaños de la princesa Charlene de Mónaco, pocos días antes de una de las fiestas más especiales para el país a cuyo frente está el príncipe Alberto: Santa Devota.

Si este pasado 23 de enero era la princesa Carolina la que soplaba las velas, ahora le ha llegado el turno a su cuñada. Este 25 de enero, Charlene cumple 46 años y de momento no han trascendido detalles de cómo va a celebrar este aniversario. Algo que no es de extrañar dado que, al margen de que no se trata de una cifra redonda, además, los Grimaldi no suelen caracterizarse por dar mucha información sobre su vida privada.

La princesa Charlene vestida de blanco. / Gtres

No obstante, al margen de cómo celebre la princesa su cumpleaños, lo que sí está claro es que la esposa del príncipe Alberto no tiene nada que ver a día de hoy con la joven deportista a la que conocimos hace casi un cuarto de siglo, en torno al año 2000.

La transformación de Charlene de Mónaco

Mucho ha cambiado la primera dama del Principado de Mónaco desde que empezó su relación con el soberano y, sobre todo, cuando pasó a ser parte de la Familia Grimaldi. Una metamorfosis que, además de estilística, ha sido interna.

La princesa Charlene con abrigo rojo. / Gtres

En sus primeros años, la princesa solía mantenerse con el rostro serio, casi siempre en un segundo plano, intentado evitar acaparar la atención. Sin embargo y, sobre todo a raíz de su regreso de Sudáfrica tras los problemas de salud, Charlene de Mónaco se muestra cada vez más segura de su papel. Es más, incluso se la ha visto compartiendo momentos de complicidad y cercanía con una de sus cuñadas, la princesa Estefanía de Mónaco, algo que en el pasado habría sido impensable.

Fiel seguidora del lujo silencioso

Este cambio en la princesa también ha afectado a sus looks. A diferencia de otras royals que apuestan por estilismos llamativos, de tendencia o fácilmente identificables, la princesa Charlene nunca destaca por seguir esta línea, sino todo lo contrario.

Aunque recurre a grandes firmas y suele ser la royal que más gasta en ropa -aunque no la que más compromisos tiene-, si hay algo que define su armario es el minimalismo. No es nada habitual que Charlene apueste por estampados llamativos o prendas que pasen de moda, sino que bien podría definirse su estilo como ‘lujo silencioso’.

Charlene de Mónaco con pendientes de zafiros. / Gtres

La esposa del príncipe Alberto no llama especialmente la atención por sus looks -salvo ocasiones puntuales- y prefiere prendas en tonos neutros, siluetas clásicas, tejidos de una excelente calidad y una confección magistral. Un ejemplo de ello son las prendas de abrigo de la firma Loro Piana, marca que, por cierto, también es del gusto de la Reina Sofía.

La importancia de las joyas

Un elemento que ha ido cobrando cada vez más importancia en sus looks son las joyas. Al principio, la princesa Charlene de Mónaco apenas recurría a este tipo de aderezos para complementar sus estilismos, sin embargo, de un tiempo a esta parte cada vez incorpora más piezas de gran relevancia a su joyero.

No es fanática de los grandes collares o las pulseras, pero los pendientes y las sortijas sí que se han convertido en uno de sus fetiches. Sobre todo, de diamantes con zafiros o rubíes y de la exclusiva casa de joyería Van Cleef & Arpels, que luce a la perfección gracias a su corte de pelo que deja completamente despejado el rostro.

Lo último en Casa Real

Últimas noticias