Camila Parker y Brigitte Macron, simbólico duelo con Versalles como escenario
El rey Carlos III y su esposa, Camila Parker Bowles, se encuentran de viaje oficial en Francia.
El misterio de la 'tiara escondida' de Camila Parker
Era una de las citas más esperadas de los últimos tiempos. El Palacio de Versalles se ha vestido de gala para la cena que el presidente Emmanuel Macron y su esposa han ofrecido en honor al rey Carlos y Camila Parker Bowles. Los Reyes llegaron a París este miércoles a media mañana, en un esperado viaje de Estado que estaba programado la pasada primavera, pero que tuvo que ser pospuesto por la situación del país. Ahora, por fin, el monarca y su esposa han retomado sus planes en Francia, con un viaje de tres días en el que se pretende fortalecer las relaciones entre ambos países.
Tras una mañana intensa con varios compromisos y visitas a lugares emblemáticos como el Arco del Triunfo o los Campos Elíseos, en torno a las 20:00 horas ha comenzado la cena de gala. Hasta Versalles se han trasladado algunos de los rostros más destacados tanto de la sociedad francesa, como británica. No han faltado los actores Hugh Grant y Carole Bouquet, el cantante Mick Jagger o Charlotte Gaingsbourg, entre otros muchos.
Sin embargo, el momento más esperado ha sido la llegada de los Reyes y la fotografía oficial del encuentro. Tanto el Rey como el presidente Macron han cumplido con el dress code habitual en estas veladas y han llevado esmoquin. No obstante, todas las miradas se han puesto en sus esposas. Brigitte Macron, haciendo gala de su elegancia natural, ha apostado por uno de sus colores fetiche, el azul, que además es uno de los tonos principales de la bandera francesa. La mujer del mandatario ha lucido un elegante vestido largo de corte recto y mangas satinadas en azul navy, con detalles de cristales Swarovski. Como joyas, más discreta que la esposa de Carlos III, con algunas piezas de brillantes y esmeraldas.
La Reina, por su parte, ha apostado por la firma Dior -una de las firmas fetiche de Meghan Markle y también, en su momento, de Wallis Simpson-, con un elegante diseño azul con capa, homenaje a la bandera francesa, que ha combinado con algunas de las piezas del parure de zafiros de la Reina Isabel que se ha convertido, sin duda, en uno de sus conjuntos preferidos. Se trata de un conjunto que Jorge VI regaló a su hija, Isabel II, en su boda con Felipe de Edimburgo y que fue elaborado por Carrington & Co. En esta ocasión, Camila ha prescindido del uso de tiara, algo que no ocurrió en su viaje de Estado a Alemania, por ejemplo.
Tanto Camila como la esposa del presidente francés han derrochado estilo y elegancia, con looks cargados de simbolismo, aunque en lo que respecta a las joyas, la clara ganadora ha sido la mujer de Carlos III.
Durante la velada, los invitados han disfrutado de un breve recital del violinista sueco Daniel Lozakovich en la Capilla Real, mientras que el banquete se ha celebrado en el Salón de los Espejos. En cuanto a la cena, se ha servido un menú aprobado desde el Palacio de Buckingham y que buscaba reflejar la excelencia de la cocina francesa aunando creatividad y tradición.