Anmer Hall: la casa encantada en la que se refugia Kate Middleton tras anunciar que tiene cáncer
La princesa de Gales y su familia se han trasladado a Anmer Hall, en Norfolk
La propiedad fue un regalo de la Reina Isabel por la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton
Tras el impactante anuncio por parte de Kate Middleton el pasado viernes de su diagnóstico de cáncer, los príncipes de Gales y sus tres hijos abandonaron su residencia habitual en Windsor, para trasladarse a uno de sus lugares preferidos en el Reino Unido: Norfolk. La pareja aprovechó el comienzo de las vacaciones escolares de los príncipes Jorge, Carlota y Luis para revelar la realidad de la situación de Kate Middleton y para refugiarse en Anmer Hall, la casa de campo que la Reina Isabel le regaló con motivo de su boda en 2011.
Anmer Hall, ubicada a poca distancia de la residencia principal del rey Carlos III en Norfolk, se encuentra en la finca de Sandringham, y es uno de los lugares en los que más tiempo suelen pasar los príncipes de Gales. Kate Middleton y Guillermo se instalan allí siempre que sus compromisos oficiales se lo permiten, para disfrutar de la tranquilidad, el descanso, la naturaleza y un ambiente único alejado del ruido de la ciudad.
Una propiedad ‘embrujada’
La casa es una de las residencias preferidas de los príncipes de Gales pero, lo cierto, es que también tiene una historia oscura detrás. Tal como cuenta una leyenda, el espíritu del sacerdote católico, Henry Walpole, fallecido cerca del año 1600 acecha la mansión.
La historia relata que este sacerdote, que vivió allí fue ahorcado, arrastrado y descuartizado por alta traición, pero su espíritu permanece en la zona. Al menos así lo ha apuntado Richard Felix, un especialista que ha centrado su labor en lo paranormal. Tal como relata el experto, aunque el sacerdote fue ejecutado en la zona de York, se cuenta que algunas personas han escuchado su voz y han visto su fantasma vagando por Anmer Hall.
Al príncipe Guillermo y a Kate Middleton se les advirtió de esta cuestión, pero nunca lo han tenido mucho en cuenta. Es más, la casa de Norfolk es una de las propiedades en las que más tiempo pasan a lo largo del año, tanto que la han elegido como refugio para este delicado momento.
Una casa con todas las comodidades
A pesar de que se trata de una propiedad situada en el campo, Anmer Hall está perfectamente ubicada. La casa cuenta con un total de diez habitaciones y fue sometida a una profunda reforma cuando la Reina Isabel se la regaló a la pareja, hasta ponerla completamente a su gusto. Unos trabajos que costaron más de un millón de euros y que duraron casi dos años. Entre las reformas que se hicieron destacan los nuevos accesos para los coches, un jardín interior, la rehabilitación de la pista de tenis, un nuevo tejado, cambios en la decoración y reubicación de la piscina. Además, se tuvo especial cuidado con los temas relacionados con la privacidad, para que la familia pudiera estar tranquila y alejada de miradas indiscretas mientras se encontraba en la casa.
La propiedad se construyó en torno al siglo XIX -en 1802- y destaca por su fachada de ladrillo rojo y su estilo georgiano. La casa tiene dos plantas, a las que se suma un ático. Es muy llamativo que Anmer Hall es bastante más grande que la actual residencia de la familia en Windsor, Adelaide Cottage, que apenas tiene cinco dormitorios.
Fue el prestigioso interiorista británico Ben Pentreath el encargado de la decoración. Pentreath, especializado en decorar algunas de las mejores casas de campo de Gran Bretaña, apostó por combinar lo antiguo con lo nuevo en una fusión de ambos estilos. Él mismo explicó después que Guillermo y Kate Middleton estuvieron muy implicados en todo el proceso, y que tenían muy claro cómo querían que fuera la casa. Junto a Ben Pentreath trabajó también la diseñadora de interiores Anne Allen.
Durante algunos años, en los que el príncipe Guillermo trabajó como piloto en la East Anglian Air Ambulance, Anmer Hall fue la residencia principal de la pareja y, de hecho, tenían un importante círculo de amigos allí, entre los que se encontraban los marqueses de Cholmondeley, que residen en Houghton Hall.