Andrés de York: un cumpleaños agridulce y en la cuerda floja
El príncipe Andrés celebra su sesenta y un aniversario en un año crítico para el esclarecimiento del caso Epstein
Noviembre de 2019, el príncipe Andrés concede una entrevista exclusiva a la periodista Emily Maitlis para aclarar algunos aspectos de su relación con el pederasta Jeffrey Epstein. Fue el principio del fin para quien todos consideran el hijo preferido de la reina Isabel.
En lugar de ganarse el favor de los británicos, las declaraciones del duque de York generaron un clima de crispación en todo el país. Fueron varias las organizaciones, empresas e instituciones que mostraron su intención de desvincularse de la figura del Príncipe, hasta el punto de que, apenas unos días después comunicó su decisión de abandonar la vida pública. Fue el palacio de Buckingham quien el 21 de noviembre emitía un comunicado en el que informaba de que la reina Isabel le ha concedido permiso al príncipe Andrés para “para retirarse de todos los deberes públicos que conlleva su cargo en el futuro inmediato». Una manera sutil de reconocer que la situación del duque de York en relación con el caso Epstein podía complicarse. En el mismo texto, el príncipe Andrés aseguraba que “estaba dispuesto a ayudar en las investigaciones, si fuera necesario». Apenas unas horas después del comunicado, la reina Isabel retomaba su agenda con un acto en Londres junto a David Attenborough y no se pronunciaba al respecto.
Casi año y medio después de su abrupta renuncia, la situación del duque de York sigue siendo cuanto menos alarmante. El hijo preferido de la monarca ha desaparecido completamente de la vida oficial, solamente alguna aparición puntual de carácter relativamente privado como la cena con el embajador de China, o la imagen que hace unos meses compartía Sarah Ferguson en su perfil de Instagram en la que el Duque la ayudaba en una de sus tareas de voluntariado. Sin embargo, en ese tiempo, Andrés ha mantenido el apoyo y cariño de su madre, con quien se le ha visto en algunas ocasiones antes de que estallase la pandemia. Quien no se ha mostrado tan a favor del duque de York ha sido el príncipe Carlos, que ve su historial como una amenaza para su futuro reinado, a lo que se suma también la polémica salida de “La Firma” de los duques de Sussex.
Las complicadas circunstancias de los últimos tiempos han provocado que el príncipe Andrés pase a un discreto segundo plano. A pesar de que acaba de convertirse en abuelo por primera vez y de que su nombre fue incluido en el comunicado de anuncio por parte de Buckingham, no hay imágenes de él, como tampoco las hubo en el enlace secreto de su hija mayor, la princesa Beatriz. Una cuestión esta que preocupaba bastante en el entorno de los Windsor ya que, al margen de la pandemia, era bastante problemático exponer al Duque cuando aún no se ha cerrado la investigación por el caso Epstein.
Un año difícil
Los próximos meses se presentan especialmente complicados para Andrés. La reciente e inesperada detención de la mano derecha de Epstein, Ghislaine Maxwell abre una nueva vía de cara a las investigaciones del FBI. Las autoridades han asegurado en varias ocasiones que han tratado de ponerse en contacto con el equipo legal del príncipe Andrés sin éxito. A esto hay que sumar que el duque de York siempre ha negado cualquier vinculación con las actividades de Epstein, a pesar de que existen testimonios que le apuntan de manera directa.
De momento se desconoce en qué punto se encuentran las conversaciones entre el equipo legal del Príncipe y el FBI, que reclamaba su declaración como testigo. Aunque Andrés ha asegurado que está dispuesto a ayudar, de momento no ha ofrecido un testimonio directo a los encargados de la investigación. No obstante, parece que Ghislaine Maxwell podría abrir la caja de Pandora de cara a su juicio, previsto de cara al verano, sobre todo si prospera la declaración de Virginia Giuffre como parte de la acusación del caso de Jean-Luc Brunel, presunto socio de Epstein.
A pesar de que aún es muy pronto para especulaciones, algunos expertos apuntan a que, en el fondo, el duque de York piensa que en algún momento podrá retomar su papel dentro de “La Firma”. Alfo que solo sería posible cuando terminase todo el proceso legal. Sin embargo, hay quien asegura que este escándalo, sumado a la crisis provocada por los Sussex son claros indicios de que es necesario un cambio en la Corona. Así piensa Graham Smith, director de “Republic”, organización que hace campaña para que la monarquía sea abolida. «La partida del príncipe Andrés y de Harry y Meghan fueron al mismo tiempo, lo que realmente puso a la Familia Real un momento difícil. Su imagen ha quedado muy empañada, no solo por sus propias acciones, sino por las acciones del Palacio y su incapacidad para decir algo al respecto y, sobre todo, hacer todo lo posible para protegerlo”, declaró al diario “Express”. Lo único que queda claro es que, por ahora, tanto Andrés como el resto de la familia tienen por delante unos meses complicados, sobre todo porque hay fechas muy señaladas por delante en las que no podrá participar públicamente hasta que se esclarezca su situación.