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La vida de Iñaki Urdangarin ha dado un vuelco en los últimos meses. Más allá de su situación penitenciaria, lo cierto es que lo más llamativo ha sido el romance con Ainhoa Armentia y la “interrupción temporal de la relación matrimonial” de la Infanta Cristina. En el mismo año en el que la pareja iba a celebrar un cuarto de siglo junta, el exduque de Palma aparecía en unas fotografías paseando de la mano de una compañera de trabajo, Ainhoa Armentia. Unas imágenes que han dado la vuelta al mundo y que han puesto a la Infanta Cristina en una situación delicada.
A falta de que se confirme el divorcio, lo cierto es que la relación entre la hija de los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía y su todavía marido se limita a cuestiones relativas a sus cuatro hijos. Es por este motivo que, recientemente, doña Cristina viajaba a Bidart para reunirse con ellos y encontrarse con Iñaki, con el que mantiene una relación cordial.
El propio Urdangarin dijo en una de sus primeras declaraciones tras conocerse su relación con Ainhoa Armentia que “son cosas que pasan”. De hecho, pese a las críticas, el exduque de Palma sigue manteniendo un romance con ella y no hace mucho se les ha visto juntos en la playa. Una nueva etapa en la vida del todavía yerno de los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía, que cierra unos años marcados por momentos agridulces a la espera de un futuro mejor.
El cambio de Urdangarin
Lo que claramente es un hecho es que la vida del exdeportista cambió de manera radical cuando la Infanta Cristina se fijó en él en el año 1996, en el momento en el que fue a saludar a la selección española de balonmano en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Apenas un año después, la pareja se casaba en Barcelona. Una relación exprés que pilló por sorpresa a la entonces novia del deportista, Carmen Camí.
En aquel momento, Urdangarin era una de las figuras más destacadas del panorama deportivo español. Una carrera que empezó a los dieciocho años, cuando comenzó a jugar en el Barcelona, hasta el año 2000, cuando anunció su retirada. Su hijo mediano, Pablo, es el único que ha seguido sus pasos en este aspecto.
Fue a partir del 2000 cuando empezó a desarrollar otra carrera cuyo resultado fue catastrófico para su familia. Miembro y vicepresidente del COE, también trabajó en algunas empresas de marketing deportivo antes de fundar Nóos.
En marzo de 2006 fue nombrado consejero de Telefónica Internacional y trasladó su residencia a Washington, momento en el que se produjo el primer distanciamiento de la Familia Real, sobre todo, a raíz del discurso del Rey Juan Carlos en Navidad, cuando habló de la conducta ‘no ejemplar’ y apartó al Duque de las actividades de la Casa de S.M. el Rey. Sin embargo, aunque desde un plano secundario, tanto la Reina Sofía -sobre todo ella-, como el Rey Juan Carlos han vuelto a coincidir con Urdangarin, durante la etapa que la familia ha pasado en Ginebra.
De hecho, desde el compromiso hasta que saltaron las primeras informaciones relacionadas con el escándalo del caso Nóos, el marido de la Infanta Cristina había ejercido de manera destacada dentro de la estructura de la familia del Rey y no había ninguna pega respecto a su comportamiento. Era el yerno favorito, frente a Jaime de Marichalar, mucho más criticado.
Y es que, con el comienzo de las investigaciones y el posterior resultado -con imputación de la Infanta Cristina incluida-, la percepción cambió. Es más, desde la Casa de S.M. el Rey plantearon una especie de ‘cordón sanitario’ para proteger la imagen de la Corona, uno de cuyos máximos ejemplos se pudo ver en la propia Reina Letizia, cuando decidió retirarse la sortija de pedida que había comprado el marido de doña Cristina. Por su parte, entre don Felipe y su hermana hubo un conflicto por el tema del título de duquesa de Palma, que le fue revocado a la Infanta, que nunca renunció a sus derechos dinásticos ni a los de sus hijos.
A partir de la publicación de las imágenes de Iñaki con Ainhoa, la situación de doña Cristina ha cambiado mucho. Aunque sigue residiendo en Ginebra, se la ha visto en varios actos públicos dentro de su rol en la Fundación La Caixa, así como en salidas privadas con sus hijos. De la misma manera, viajó a Abu Dabi tras la crisis de imagen y también ha estado en Mallorca con la Reina Sofía. Se sabe que ha coincidido con el Rey Felipe, pero el reencuentro público aún no se ha producido. Algo que, más tarde o más temprano llegará, sobre todo si, como parece, se firma el divorcio.