Sale a la luz el motivo por el que Juan Carlos I no come setas
Cuando se cumple una década de la abdicación ven la luz nuevos datos sobre la figura Juan Carlos I
El rey emérito, según su biógrafa, no come setas
Juan Carlos I sufrió una intoxicación durante su adolescencia
Cuando se cumple una década de la abdicación de Juan Carlos I en favor de su hijo, el Rey Felipe VI, nuevos datos desvelados por su biógrafa, Laurence Debray, completan el retrato y quehaceres de quien se convirtiera en Rey de España dos días después de la muerte de Francisco Franco y de acuerdo con la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de 1947 y la Ley de 22 de julio de 1969. El más curioso, que no come setas.
Don Juan Carlos I tendría una aversión a las setas silvestres, según la escritora francesa, después de una experiencia desafortunada durante su adolescencia, que vivió mientras paseada por los bosques de Suiza tras la Segunda Guerra Mundial. El Rey emérito sufrió una intoxicación y, desde aquel incidente, evita comer hongos, incluyendo las trufas; si bien se conoce que, durante sus viajes internacionales, siempre hace un esfuerzo por probar las especialidades culinarias locales que le ofrecen sus anfitriones. Prueba de ello es que el padre del Rey Felipe VI se ha dejado ver comiendo aletas y ojos de tiburón, o estofado de orejas de pescado.
El Rey Juan Carlos I, por las calles de Madrid. (Foto: Gtres)
Al contrario, Laurence Debray desvela, según recoge la revista ¡Hola! este miércoles en su portal web, que el Rey Juan Carlos I podría comer «un buen plato de lentejas» todos los días, pues le encanta esta comida de viejas, como se conoce habitualmente al plato tradicional de la gastronomía española. De igual modo, a Don Juan Carlos «le encantan las anchoas y el jamón serrano y, además, con el café se otorga una onza de chocolate con leche, un hábito que adquirió en Suiza», reza la publicación.
Otras curiosidades de Juan Carlos I
En la misma publicación y tomando de igual forma la palabra de Laurence Debray, se desvelan otras muchas curiosidades hasta ahora desconocidas del Rey Juan Carlos I. Ejemplo de ello es que además del francés y el español, que hablaba con sus padres, los condes de Barcelona; Don Juan Carlos domina el italiano, el portugués y el inglés. Un idioma -este último-, que en un principio, por razones patrióticas relacionadas con Gibraltar, Juan Carlos I no quería aprender, para disgusto de su padre. No fue, de hecho, hasta que tuvo quince años, tras un encuentro con la Reina Isabel II, que el Rey emérito decidió aprender el idioma «con perseverancia».
El Rey Juan Carlos I, en Sangenjo. (Foto: Gtres)
Y hay más. Otros detalles que la escritora francesa revela del abuelo de la princesa Leonor y la infanta Sofía pasan por saber, al margen de su afición más que evidente por el mar y la vela -ha sido tres veces campeón del mundo-, que le gusta el arte, los artistas y escuchar flamenco; y que Bill Gates le regaló uno de los primeros ordenadores y que siempre está al tanto de todos los avances técnicos y tecnológicos. En este sentido, aunque Juan Carlos I conserva la costumbre de leer libros en formato impreso, consulta a diario la prensa española en una tablet.