Rocío Carrasco recuerda a su padre y lanza el primer dardo a Raquel Mosquera
Tras 25 años de silenciar el “horror” que dice haber vivido durante su matrimonio con Antonio David Flores, desde 1996 a 1999, y tras la tormentosa separación que les sumió en uno de los enfrentamientos personales y judiciales más duros de la crónica social de nuestro país, que aún no ha finalizado, Rocío Carrasco quiere “que se sepa la verdad”. Este miércoles, en un nuevo episodio de la serie documental “Rocío. Contar la verdad para seguir viva” hablará de su padre y de Raquel Mosquera.
Es una historia para escuchar. La historia de su vida, la de Rocío Carrasco Mohedano (29 de abril de 1977). Hija de Rocío Jurado, una de las artistas más importantes de España y de Pedro Carrasco, patrio campeón mundial de boxeo, lo tuvo todo desde la cuna, pero fue perdiéndose por el camino, desde que decidiera marcharse de su casa el día en el que cumplió la mayoría de edad. Dejó los estudios, se casó con un joven al que apenas conocía con tan solo 19 años y embarazada de su primera hija. Enamorada, pero equivocada, tal y como acabó ese matrimonio. Este miércoles recordará a su padre, el día en el que murió y el papel de Raquel Mosquera, viuda de Carrasco.
En la década de los 70, la relación entre Rocío Jurado y Pedro Carrasco copaba muchísima atención mediática / Gtres
Los episodios complicados con Antonio David Flores no han acabado y este miércoles aborda uno delicado en el que, lamentablemente, está implicado uno de sus hijos. Nunca ha hablado de ello. La notoriedad que ganó Flores, su exmarido, al contraer matrimonio con la hija de “La más grande” y abandonar la Guardia Civil debido a una condena por malversación de caudales públicos en 1997, le ofreció la posibilidad de encontrar enseguida trabajos siempre unidos al nombre de su mujer. Era el marido de “Rociíto”, la famosa hija de la artista y el campeón de boxeo. Ese estatus lo ha exprimido durante años en beneficio propio, dada la cantidad de reportajes y programas que ha protagonizado, una de las pocas ocupaciones conocidas del popular malagueño, que, a su vez, utilizaba generalmente para menoscabar la imagen pública de Rocío Carrasco, sin reparar en la degradación que suponía para ella, madre de sus 2 hijos mayores.
Tras su separación matrimonial en 1999, Flores dio el salto a la televisión y comenzó a participar en diferentes programas. Lo hacía bien: resuelto ante las cámaras, pese a su falta de preparación y experiencia, resultaba simpático, atractivo y con ese punto aguerrido que siempre da juego en tertulias y platós de programas de corazón. Antonio David nunca ha sido tímido ante un micrófono, en mi opinión. Más bien, lo contrario: proactivo total y con la lengua afilada siempre contra Rocío Carrasco. Lo tenía fácil. Ella guardaba silencio. Él, juez y parte. Ser su exmarido le ha granjeado una carrera que, con altibajos, ha mantenido hasta hace escasas semanas en las que aparecía como colaborador en el programa “Sálvame” de Mediaset.
Artista de renombre, su mejor ‘papel’ fue el de madre/Gtres
El relato cronológico que construye la serie documental “Rocío. Contar la verdad para seguir viva” comenzó con la noticia que dejó a la millonaria audiencia televisiva en shock: la hija de “La más grande”, esa niña que lo tuvo todo y por su orden, quiso acabar con su vida, esa que ya no quería, en agosto de 2019. Su relato es sobrecogedor. Desde esa noche en la que tocó fondo, Rocío Carrasco se replantea su vida y decide que no quiere callar más. El silencio de todos estos años, pese a las continuas declaraciones públicas en su contra, sobre todo en su papel como madre, por parte de su exmarido, encontraba respuesta solo en los juzgados. Su silencio mediático ha sido voluntario y muy pensado. Hablar, ahora, también. Claro que lo que cuenta es tremendo. Su relato de su experiencia junto a su exmarido es mucho más que un testimonio en televisión. Hablar es su decisión y, entiendo, que Carrasco sabe que se expone a la respuesta de la audiencia. Los primeros 5 episodios, más el cero que se presentó como arranque y resumen de su historia el pasado 21 de marzo, han levantado ampollas, sobre todo en gran parte de la opinión pública que identifica su relato de inmediato con la experiencia de muchas mujeres que han sufrido en la intimidad de sus casas la conducta de una pareja o de un marido agresivo. Otra parte de la audiencia cuestiona su testimonio, que lo haga público en televisión y que reciba remuneración. “¿Hay dinero por medio? No me lo creo tanto”. Las opiniones son, como el miedo, libres, pero mi planteamiento parte de que esta mujer acudió a los tribunales. Denunció. Caso sobreseído provisionalmente. Acudir a los juzgados no es remunerado, más bien cuesta dinero. Su exmarido no ha sido condenado; tampoco absuelto. No ha habido juicio. La presunción de inocencia le avala. A Rocío, su experiencia y la libertad de expresión. Tras años de escuchar cómo se alimentaba a la audiencia con falsedades y humillaciones, según su propio testimonio, y a muchos lectores de diferentes publicaciones, ha decidido contar su historia en primera persona en el mismo medio televisivo en él actuaba con plena impunidad. Querer quitarse la vida. Tocar fondo. Resurgir. Hablar ha sido su opción, no exenta del contraataque de “ese ser” como Carrasco llama al que considera eterno enemigo.
Rocío Carrasco, con su hijo David Flores, hace 9 años / Gtres
Separada de sus 2 hijos (a su hija mayor, Rocío, no la ve desde 2012, y al menor, David, desde junio de 2016) desde hace varios años – demasiados- Rocío lleva luchando más de 20 inviernos contra una fuerte depresión, como ella misma ha confesado, aunque tardó en pedir ayuda y hasta el año 2011 no acudió a un profesional para que la tratara. Su testimonio es contundente y señala a su exmarido como responsable de su sufrimiento y de haber utilizado a sus hijos en su contra hasta apartarlos de su lado. En los tribunales, las lesiones confirmadas, pero los indicios que relacionan a su exmarido con el agravamiento de las mismas no son suficientes para llevarlo a juicio. No hay suficiente probanza de relación directa, en opinión del fiscal, la Audiencia Provincial de Madrid y el Tribunal Supremo. Nada que hacer por ahora.
En su casa sabían cómo se comportaba Antonio David. Este miércoles, Rocío Carrasco recordará la muerte de su padre Pedro Carrasco, explicará por qué se querelló contra la cantante Massiel, el proceso de nulidad matrimonial que enfrentó a ella y a toda su familia con Antonio David Flores. Quizá hable de cómo se portó Raquel Mosquera cuando murió su padre.