ENTREVISTA

Ramón Arcusa se confiesa en exclusiva para LOOK el día de su 89 cumpleaños: "Fue tremendo"

Ramón Arcusa celebra sus 89 años en plena actividad creativa, deportiva y sentimental

El artista sigue manteniendo vivo el legado del Dúo Dinámico tras la pérdida de Manuel de la Calva

Ramón Arcusa Continúa inmerso en proyectos musicales, literarios y digitales

Ramón Arcusa. (Foto: Gtres)
Ramón Arcusa. (Foto: Gtres)
Marta Menéndez
  • Marta Menéndez
  • Televisión, moda y corazón. Periodista de vocación y comunicadora de formación, me he movido entre estudios de radio, redacciones digitales y bastidores de redes sociales. He narrado la actualidad en la 'Cadena SER', seguido la pista a las nuevas tendencias en 'El Independiente' y escrito sobre lifestyle y empresas en la 'Revista Capital'. En 'Diez Minutos', combiné redacción y estrategia digital como Community Manager. Ahora escribo en LOOK, donde cubro actualidad televisiva, moda, celebrities y realeza.
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Ramón Arcusa cumple 89 años y lo hace con una serenidad luminosa, casi contagiosa. «Hace tiempo que no celebramos excesivamente las cosas», dice, «porque cada día hay que celebrarlo». Lo explica con una claridad desarmante a LOOK: a su edad, aunque él nunca la menciona como obstáculo, la celebración está en seguir aquí, en abrir los ojos cada mañana, en la rutina que late, en el cuerpo que responde y en la curiosidad que no se apaga. Pero este miércoles hará una excepción: compartirá una comida íntima con su mujer y con los amigos que conserva en Miami, entre ellos Manolo Díaz, compañero musical de toda la vida. Una celebración pequeña, honesta y muy suya.

Su día ha empezado temprano, con una clase de tenis que la lluvia impidió que hiciera ayer. Ramón lo cuenta con naturalidad, como quien habla de un hábito tan básico como desayunar. Para él, el tenis no es una actividad complementaria: es parte de su identidad. Un motor. Una forma de medir el tiempo que no tiene que ver con calendarios, sino con movimiento. El tenis, para Ramón, es vida, aire, ritmo.

Ramón Arcusa en los años 90. (Foto: Gtres)

Ramón Arcusa en los años 90. (Foto: Gtres)

El duelo convertido en legado

La pérdida de Manuel de la Calva el pasado agosto sigue siendo un telón de fondo emocional en todo lo que hace. Ramón no lo esconde ni lo dramatiza: simplemente lo nombra con ternura y sigue adelante. «Fue tremendo», reconoce, «pero hay que seguir». Y seguir, para él, no es una frase vacía. Seguir es trabajar, construir, ordenar, recordar. Por eso está inmerso en la fase final de una nueva página web del Dúo Dinámico. Un proyecto muy personal, casi artesanal, en el que invertir horas y horas se ha convertido en una forma de duelo activo. «Tenemos todo nuestro legado», dice con orgullo: fotografías inéditas, vídeos, datos, conciertos, historia de la ALA -su famosa canción Ala Hula Rock-, grabaciones y documentos que narran no solo la trayectoria del dúo, sino su amistad, su manera de entender la música y su relación con figuras que marcaron una época, como Julio Iglesias.

El proyecto lo comenzó un profesional, pero Ramón, lejos de delegarlo por completo, decidió asumirlo él mismo: aprender, corregir, organizar, maquetar. Aprender, otra vez, casi a los 89 años. «Es muy importante no perder nunca la curiosidad ni las ganas de aprender. No importa la edad», repite. Una frase que resume su forma de estar en el mundo: activo hasta que el cuerpo quiera, pensante hasta el final.

Ramón Arcusa y Manuel de la Calva. (Foto: Gtres)

Ramón Arcusa y Manuel de la Calva. (Foto: Gtres)

Un libro para pensar sin miedo

Quien crea que Ramón vive en el pasado desconoce profundamente a Ramón. No solo mira la actualidad: la estudia, la discute, la analiza y la combate cuando hace falta. Su actividad en Twitter -«¿Has visto mi cuenta?», pregunta entre risas- es un reflejo de esa inquietud. Allí comenta lo que él considera «el tremendo disparate» de la política actual, y lo hace con la misma mezcla de ironía, claridad y libertad que siempre lo ha caracterizado.

Ese interés lo ha llevado a embarcarse en un libro que define como divertidísimo y necesario. Lo escribe junto a Teresa Jiménez Barbat y se titulará No lo compres que no te va a gustar. El formato es sencillo: conversaciones sobre 52 temas actuales. El resultado, según él, es cualquier cosa menos sencillo. Hablan de política, del cambio climático, de relaciones entre hombres y mujeres, islamismo, Gaza, identidades, negritud… «Nos metemos en charcos totales», confiesa. A veces coinciden y a veces chocan, y justo ahí está la gracia. Es, sobre todo, un ejercicio de pensamiento libre en una época que él considera «delicada» en el peor sentido del término.

La música: raíces, heridas y polémicas

La música sigue siendo el hogar emocional de Ramón. Aunque ya no está centrado en producir sin parar, sí continúa revisando arreglos, escuchando canciones antiguas con una mirada crítica, y trabajando en una composición que presentó en el proceso de selección para Eurovisión 2022, aunque no llegó a la final. Su relación con la música no es solo memoria: sigue en activo, sigue corrigiendo, sigue afinando. Y, también, sigue defendiendo su obra frente a polémicas contemporáneas. Recientemente señaló en redes sociales la eliminación de dos canciones emblemáticas -Quince años tiene mi amor y Yo busco una muchacha como tú- de la versión estadounidense de Spotify. Para él, aquello fue una «locura woke». No lo dice desde la rabia, sino desde la incomprensión de ver cómo obras escritas hace 60 años, desde la inocencia más absoluta, se reinterpretan con ojos del siglo XXI.

Lo explica con claridad: «Éramos ‘naive’ total. Eran amores platónicos». Él y Manuel tenían 21 y 23 años y mentalidad «de 16 o menos», asegura. Las canciones hablaban de lo mismo que hablaban todos los jóvenes de aquel tiempo: ilusión, romanticismo, timidez, primeros amores idealizados. Nada más. Nada menos. En su defensa, Arcusa subraya algo que casi nadie recuerda: sus fans tenían esa misma edad. Las canciones eran un espejo generacional, no un mensaje peligroso. Finalmente, tras la polémica, los temas volvieron a algunas listas de la plataforma, aunque el debate haya dejado cicatrices. Ramón lo afronta desde la misma firmeza calmada con la que afronta todos los conflictos: con datos, contexto y sentido común.

El tenis como motor, disciplina y celebración

Si la música es su historia, el tenis es su presente. Juega tres veces por semana. Mañana, antes de celebrar su cumpleaños, también jugará. La regularidad con la que habla del deporte revela que no es un hobby, sino una necesidad vital. «Estar ocupado es estar vivo», afirma. Lo que para otros sería esfuerzo, él lo vive como combustible.

Ramón Arcusa. (Foto: Gtres)

Ramón Arcusa. (Foto: Gtres)

No es la primera vez que compite, ni será la última. Este mayo regresará a España para participar nuevamente en el Campeonato Nacional de Clubes de mayores de 85 años. Participó el año pasado y ya está preparado para hacerlo de nuevo. A veces dobles, a veces individuales. Siempre con ilusión. Siempre con ganas. El tenis, para Ramón, también tiene una dimensión filosófica: allí el tiempo no pesa, no avanza, no amenaza. Allí solo importa el punto siguiente. Un partido más. Un día más.

Un cumpleaños que no simboliza edad, sino movimiento

Ramón cumple 89 años, pero en realidad cumple algo más profundo: cumple vitalidad. Cumple curiosidad. Cumple memoria activa. Cumple futuro. Es un hombre que ha vivido éxitos gigantes, que ha perdido a su compañero del alma, que ha visto polémicas renacer de lo que nunca fue polémico, que sigue creando, sigue opinando, sigue jugando, sigue celebrando. Su cumpleaños, como él mismo dice, no es una efeméride. Es un recordatorio: seguir vivo es el mayor de los regalos.

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