La curiosa prohibición de la niñera española de los duques de Cambridge
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Los duques de Cambridge ‘prescinden’ de su niñera española
La mudanza de los duques de Cambridge a los terrenos de Windsor es ya prácticamente un hecho. A pesar de que no hay confirmación oficial por parte de la Casa Real del traslado del príncipe Guillermo y su familia a las cercanías del Castillo de Windsor, parece que en Adelaide Cottage los preparativos ya se están llevando a cabo.
Una pequeña casita a apenas diez minutos del Castillo de Windsor en la que los duques de Cambridge y sus hijos tendrán que hacer algunos cambios de rutina. Una de ellas se refiere al personal que les atiende, ya que la casa no tiene hueco para más que la familia. Esto ha provocado que la niñera de la familia, la española María Teresa Turrión Borrallo, tenga que cambiar de ubicación, dado que ya no podrá vivir con los Cambridge.
Esto no significa que vaya a dejar de trabajar con ellos, pero ya no pasará las veinticuatro horas del día, al menos, no de manera recurrente. Sí que estará con los hijos de Kate Middleton y el príncipe Guillermo cuando estos tengan compromisos fuera del país.
María Teresa Turrión es una de las personas de mayor confianza para los duques de Cambridge. La española, que se formó en el Norland College -uno de los centros más exclusivos del Reino Unido-, lleva trabajando con Kate Middleton y el príncipe Guillermo desde el nacimiento de su primer hijo, el príncipe George.
Un trabajo al que está completamente dedicada y que, como era de esperar, incluye algunas normas muy estrictas. Hay que tener en cuenta que los hijos de la realeza no son niños ‘normales’, sino que su educación está muy definida, sobre todo, en el caso del que será heredero al trono. La exhaustiva formación de la española ha hecho que no tenga ningún tipo de problema para adaptarse a los protocolos y normas que exige trabajar para la Familia Real, algunas de las cuales son especialmente peculiares.
Tal como ha trascendido, María Teresa tiene prohibido pronunciar algunas palabras delante de los príncipes George, Charlotte y Louis. Según la autora Louise Heren, que pasó tiempo en el Norland College investigando para un documental, a los estudiantes se les matiza que nunca deben hablar de los pequeños como ‘niños’, sino que hay que referirse a ellos por sus nombres. En declaraciones a Mirror, la escritora comentó: «La palabra niño está prohibida. Es una señal de respeto por los niños como individuos».
No es esta la única regla que se ha establecido en la casa de los duques de Cambridge , según una fuente cercana que ha explicado al tabloide The Sun que elevar la voz o gritar está absolutamente prohibido Además, María Teresa es la encargada de que los Príncipes estén aprendiendo español, un idioma del que también tiene algunas nociones el príncipe Guillermo.