Las tradiciones navideñas de Pedro Sánchez y Begoña Gómez que la cuarentena del presidente pone en jaque
El presidente del Gobierno deberá guardar cuarentena tras su reunión con Macron, positivo en coronavirus. Esto impedirá que disfruten de algunas costumbres que tanto Sánchez como su mujer tienen durante las fiestas.
Pedro Sánchez se ha visto obligado a cancelar toda su agenda «de inmediato» y ponerse en cuarentena preventiva después de que Emmanuel Macron haya sido diagnosticado positivo en COVID-19. Ambos presidentes tuvieron una reunión en París el pasado lunes, con motivo del 60º aniversario de la OCDE. Sánchez está a la espera de hacerse una prueba PCR este mismo jueves para determinar si él también ha resultado contagiado, hasta entonces, confinado -al menos- hasta el próximo 24 de diciembre.
Gtres
Un problema mayor que se suma al preocupante aumento de contagios que se está registrando estos días en España y que cambia por completo los planes del matrimonio. Pedro Sánchez y Begoña Gómez. En circunstancias normales a ambos les gusta disfrutar de unos días de asueto cada final de año. Es habitual verles viajar durante unos días en compañía de sus dos hijas y de la perrita que tienen. Sin embargo, este año todo parece estar en contra para cumplir con la tradición.
Al presidente del Gobierno y su esposa les gusta pasar la Navidad fuera de La Moncloa. El año pasado celebraron la Nochebuena y el día 25 en el palacio de Las Marismillas, antigua residencia de los duques de Tarifa ubicada en el fabuloso parque de Doñana, Huelva. Un bien que hoy en día es propiedad del Estado. La última semana de diciembre de 2019, tras solventar dos actos institucionales, Sánchez y su familia se la tomaron de relax y disfrutaron de una escapada a La Mareta, en la costa Teguise de Lanzarote.
Vista de La Mareta / Gtres
Se trata de un palacio situado en una zona privilegiada de la isla, fue una donación que el rey Juan Carlos hizo a Patrimonio Nacional a finales de los años 80 y que el exmonarca recibió como regalo del rey Hussein de Jordania, gran amigo del padre de Felipe VI. Cada vez que han acudido allí, Pedro Sánchez y los suyos tienen a su disposición toda clase de lujos y comodidades: una parcela de más de 10.000 metros cuadrados de de jardines, varios edificios, diez bungalows, piscina, un lago, pista de tenis, cancha de baloncesto y acceso directo a la playa.
La playa es siempre una opción apetecible para las Navidades, pero no la única. Años atrás, el dirigente socialista y su esposa han preferido enfundarse el traje de invierno y disfrutar del esquí, una de sus pasiones. Unas vacaciones más lúdicas que solían realizar en Cerler, en el Pirineo oscense y que le servían para desconectar.
Pedro Sánchez, en la finca Quintos de Mora / Gtres
Otro destino bastante recurrente para Pedro Sánchez ha sido la famosa finca de Quintos de Mora. Esta residencia de 6.864 hectáreas está ubicada en el término toledano de Los Yébenes y es una de las propiedades que Patrimonio Nacional conserva con mimo. Además, fue una de las residencias favoritas de José María Aznar durante su etapa como presidente del Ejecutivo.
Tradicionalmente, los últimos días de cada mes de diciembre y de comienzos de enero son de descanso para el Presidente, que acostumbra a retomar su actividad el día 6 de enero con la Pascua Militar que cada año preside junto a los Reyes de España. No obstante, todas estas costumbres apuntan a verse alteradas en este fatídico 2020. La presencia de la pandemia no hace más que contraindicar los desplazamientos no justificados y desde luego que unas vacaciones no lo son. Al margen de las recomendaciones sanitarias está la cuarentena que va a tener que realizar Pedro Sánchez y que pone más cuesta arriba todavía sus idílicos días de vacaciones en navidad.
Por el momento y hasta nueva orden, Pedro Sánchez permanece confinado y la primera consecuencia es no haber podido acudir a la inauguración de la exposición sobre Manuel Azaña en la Biblioteca Nacional junto a Felipe VI. Tampoco hay que olvidar que Begoña Gómez ya dio positivo por coronavirus el pasado 14 de marzo, si bien en aquel momento el presidente continuó con su agenda al estar en plena ebullición la pandemia.