El amargo adiós de Paz Padilla al 2020: "Tenía una vida completa…"
La presentadora ha despedido el año recordando a su marido con unas desoladoras palabras y reafirmándose en una promesa que le hizo
Hace solo una semana que Paz Padilla explicaba a sus compañeros de ‘Sálvame’ cómo encaraba estas Navidades tan difíciles para ella después de un año complicado en el que ha perdido a su madre y a su marido con solo seis meses de diferencia. Y su respuesta no fue otra que «con ilusión y con ganas de superar la adversidad», además de con un nuevo proyecto en ciernes con el que pretende ayudar a toda persona que esté atravesando por una enfermedad o a quien se encuentre acompañando a un enfermo. No deja de dar lecciones. «Lo importante es vivir el día a día», decía volviendo a reafirmarse en la filosofía que sigue desde que a su marido se le diagnosticó su enfermedad.
Para ella el sufrimiento es algo innecesario y quiere transmitir que su manera de enfrentarse al dolor con humor, es uno de los pilares en los que se basa para continuar: «No puedes perder la sonrisa porque hayas perdido a un familiar, se puede llorar y reír». Pero este año le ha golpeado con fuerza, y la despedida ha sido desgarradora, como así ha dejado patente en sus redes sociales, con un tremendo mensaje que comienza de una manera tajante: «NADA SERÁ IGUAL, porque tenía una vida completa. De haberlo sabido antes no te hubiera dejado respirar sin compartir conmigo cada bocanada de aire. No te hubiera dejado dormir, hablando hasta que el sol nos sorprendiera. No te hubiera dejado partir en esa estación de Atocha que tanto me dolía el alma. Nunca hubiera soltado tu mano. No hubiera dejado de abrazarte para sentir tu piel. No hubiera dejado de besar esos labios de algodón de feria que tanto echo de menos. Sé que el 21 no será mejor, porque tú ya no estás».
«El 20 me dio la oportunidad, en nuestra habitación, de agarrar tu mano, de besarte, de sentir tu piel, acurrucarme en tu pecho hablar sin decir nada, ni una palabra. Porque sabíamos lo que nos decíamos. No sé qué me espera el 22, 23 o el 27, pero sé que todo habrá merecido la pena, hasta decirte adiós. Cada mañana encuentro consuelo en pensar que nos pudimos despedir y que nos volveremos a encontrar».
Y termina con la promesa que le hizo a su marido: «Esta noche tomaré las uvas, brindaré por ti y desearé ser feliz en el 21 como te prometí. Te quiero mi amor». Dos meses después de su fallecimiento, Paz Padilla regresaba a televisión para contar cómo había vivido la enfermedad de su marido y su adiós. Toda una lección de valentía que sorprendió a sus compañeros y a la audiencia. Tranquila y haciendo honor a su nombre, la presentadora comenzaba dejando una cosa clara: «No se ha muerto mi marido, se ha muerto mi alma gemela, el amor de mi vida». «Pero eso no me ha quitado las ganas de vivir, tengo un propósito, ser feliz. Se lo debo a él», contaba entonces.
Hacía un año que se le había detectado un tumor cerebral «con mal pronóstico». La presentadora relataba cómo desde el momento en el que los especialistas hablaron con ella, se fue preparando para aceptar la muerte del hombre de su vida. Pero en medio de la enfermedad, Paz perdía a su madre. Fue en febrero cuando la presentadora se despedía de su progenitora, el pilar fundamental de su vida. Solo un mes después llegaba el confinamiento. Fueron meses durísimos en los que no se separó de su marido, llevando su enfermedad con absoluta discreción, hasta el punto que prácticamente ninguno de sus compañeros conocía cuál era la situación.