La pasión de lujo de Mark Zuckerberg que está enfadando a los coleccionistas clásicos
La reciente adquisición de un reloj de lujo por parte de Mark Zuckerberg ha generado controversia
El fundador de Meta ha sido visto luciendo un exclusivo Greubel Forsey Hand Made 1
Esta pieza está valorado en aproximadamente 900.000 dólares
La reciente adquisición de un reloj de lujo por parte de Mark Zuckerberg, el programador y empresario estadounidense, ha generado una gran controversia en la comunidad de coleccionistas de relojes clásicos. El fundador de Meta ha sido visto luciendo un exclusivo Greubel Forsey Hand Made 1, valorado en aproximadamente 900.000 dólares. Este reloj es una obra maestra de la relojería suiza, con una producción extremadamente limitada de solo dos o tres unidades al año. Tanto es así que cada pieza requiere alrededor de 6.000 horas de trabajo artesanal, lo que equivale a casi tres años de dedicación por parte de un experto relojero.
La aparición de Zuckerberg con este reloj ha sorprendido a muchos, especialmente porque durante años fue conocido por su estilo sencillo y funcional, caracterizado por vestir con camisetas grises y jeans. Sin embargo, en los últimos tiempos, ha mostrado un creciente interés por la alta relojería, incorporando a su colección piezas de marcas prestigiosas como Patek Philippe y F.P. Journe. La alta relojería, cabe destacar aquí, ha experimentado un resurgimiento en popularidad en los últimos años, en parte impulsada por la atención de celebridades y magnates. Sin embargo, este fenómeno ha generado tensiones entre los coleccionistas tradicionales, que valoran la historia y la artesanía, y los nuevos compradores, que pueden estar más interesados en el prestigio asociado con estas piezas.
Mark Zuckerberg en Washington. (Foto: Gtres)
Sea como fuere, lo cierto es que la comunidad de coleccionistas de relojes clásicos ha expresado su descontento por varias razones. En primer lugar, consideran que la incursión de figuras públicas de alto perfil en el mundo de la relojería de lujo puede inflar artificialmente los precios y dificultar el acceso a piezas exclusivas para los coleccionistas tradicionales. Además, temen que la atención mediática pueda desvirtuar el valor histórico y artesanal de estos relojes, convirtiéndolos en meros símbolos de estatus en lugar de apreciarse por su ingeniería y legado.
«Paradójicamente, todo este revuelo provocado por las celebridades está haciendo mucho daño a la clientela tradicional de las marcas de alta gama. Algunos coleccionistas se enfadan bastante al ver su reloj en las muñecas de personas que han desarrollado un interés de la noche a la mañana. Los coleccionistas de alta relojería gastan mucho dinero para poseer un reloj superconfidencial que solo ellos conocen. Este ruido en torno a Mark Zuckerberg u otras celebridades disgusta a muchos clientes históricos», ha explicado Marco Gabella, experto en el tema y fundador de la revista especializada en relojes Watchonista.
Hand Made 1 de Greubel Forsey. (Foto: RRSS)
Pero además, la ostentación de artículos de lujo por parte de líderes tecnológicos como Zuckerberg podría enviar un mensaje contradictorio, especialmente en un momento en que se debate sobre la responsabilidad social y ética de las grandes corporaciones tecnológicas. En este sentido, la exhibición de riqueza podría interpretarse como una desconexión de las preocupaciones y realidades de la mayoría de la población. «Claramente, Mark Zuckerberg tiene una auténtica pasión por los relojes. Se unió al juego de mostrar sus credenciales en varias tiendas. Es interesante», añade Gabella.