De niña a mujer: repasamos la evolución física de Taylor Swift desde sus comienzos
Taylor Swift saltó a la fama en 2006 con 16 años y un look mucho más infantil que el que luce a día de hoy
A lo largo de su trayectoria, la artista ha experimentado una gran evolución física que llama la atención a simple vista
Es la artista del momento. Taylor Swift se ha consolidado como una de las cantantes más influyentes de los últimos años y su éxito en números es una gran prueba de ello. Esta semana, la estadounidense ofrecerá dos conciertos en el estadio Santiago Bernabéu que reunirá a más de 50.000 personas, generando un gran impacto en la economía de la capital gracias al fenómeno fan que mueve con cada paso que da. Pero, más allá de su innegable triunfo sobre los escenarios, lo cierto es que a lo largo de los años ha experimentado una evidente evolución física que hoy repasamos en LOOK.
Fue en 2006 cuando su nombre comenzó a sonar con fuerza en las discográficas con su primer tema titulado Tim McGraw. En esos momentos, Taylor lucía una melena rizada y rubia al natural y un rostro más redondeado e infantil que el de ahora. Cabe recordar que por aquel entonces tenía tan solo 17 años. Meses más tarde, su maquillaje cambió por completo con unos tonos muchos más intensos que convertían su estilo en uno más maduro y serio con eyeliner negro y pestañas postizas.
Taylor Swift en la 35º edición de los Premios American Music de 2007. (Foto: Gtres)
A partir de 2012, Taylor Swift apostó por unos looks más sofisticados acompañados siempre por su fiel flequillo liso y recto que, hasta ahora, nunca había lucido. No obstante, su melena seguía siendo larga. Hasta que en 2016 comenzó a lanzarse con cambios más radicales. Durante esta etapa, optó en varias ocasiones por el pelo corto, variando entre flequillo recto y raya en medio o hacia un lado. Más tarde, volvió a dejar crecer su melena aunque sin prescindir en ningún momento de su característico flequillo. Es importante resaltar que el color también lo ha cambiado en más de una ocasión, tiñéndose de diferentes tonalidades de platino, castaños y rubios cenizas.
Taylor Swift en el Times Square de Nueva York. (Foto: Gtres)
El labial rojo es otro de los toques más significativos de su maquillaje. En las primeras apariciones públicas de la artista, sus labios lucían un discreto brillo que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un imprescindible tono rojo que le acompaña en cada una de sus citas más importantes como una clara seña de identidad.
Taylor Swfit en Londres. (Foto: Gtres)
Cabe recordar que, actualmente Taylor Swift tiene 34 años y, cuando empezó, tan solo tenía 16, por lo su cambio físico se ha debido, sobre todo, al crecimiento y madurez de cada una de sus etapas. Es por ello que ha experimentando muchos estilos que han quedado reflejados en diferentes fotografías. En sus inicios, el estilismo por el que solía optar la intérprete de Cruel Summer era muy marcado, y se basaba en un look country-pop con el que solía combinar vestidos con brillos y botas de cowboy, a la vez que también utilizaba habitualmente cinturones anchos.
Taylor Swift en un concierto en Francia. (Foto: Gtres)
Sin embargo, en los últimos tiempos hemos visto a la artista arriesgando con estilismos muchos más cañeros que en numerosas ocasiones se ha convertido en referentes en el mundo de la moda.