El ‘Caso Biondo’ se reactiva en España
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El caso de la muerte en extrañas circunstancias de Mario Biondo, cámara de televisión y marido de Raquel Sánchez Silva en el momento de su deceso en el año 2013, sigue sumando capítulos y ninguno de ellos es de cierre. A pesar de que el proceso judicial está sobreseído de forma libre en nuestro país, la toma en consideración de nuevas pruebas por parte de un tribunal italiano y el hecho de que la justicia del país vecino se plantee la prorrogar el sumario de la investigación, ha provocado que Santina y Pippo -padres del italiano- hayan tomado cartas en el asunto de inmediato. No solo acudiendo a un plató de televisión para insistir en la idea de que su hijo no se suicidó, como se ha concluido en España, sino que, además, han contratado los servicios de una de las mejores agencias del país para iniciar una investigación privada que esclarezca, de una vez por todas, los hechos que acontecieron el fatídico día de la muerte de Mario. Según ha podido saber Look gracias a la información del criminólogo y perito judicial colegiado, Óscar Tarruella, los progenitores de Biondo se han amparado así en la legitimidad que el sobreseimiento de forma libre otorga a las personas que, de manera particular, quieran acogerse a la posibilidad de recabar pruebas más allá de que una investigación policial no siga en curso.
Espaldarazo a la investigación
Se trata, sin duda, de un nuevo impulso para un caso que ha experimentado numerosos cambios de rumbo frente una verdad (la de la muerte de Mario) que, a juzgar por los hechos, no ha quedado esclarecida en su totalidad a pesar de sobreseimiento judicial. Las irregularidades del propio proceso, desde el momento del descubrimiento del cadáver del cámara, hasta la toma de declaración de familiares y testigos (que en algunos casos, como el de Raquel Sánchez Silva incurrieron en contradicciones), pasando por las tres autopsias que se practicaron a un cuerpo y que, en una de las ocasiones, las muestras biológicas corresponden a otro sujeto que no sería Mario Biondo, han echado más leña al fuego de unos padres que no se conforman con una verdad a medias. Una versión de los hechos puesta en duda por los Biondo y que, desde hace solo unos días, está volviendo a ser trabajada por los investigadores en España. ¿Estaba solo Mario en la casa el día de su muerte o había alguien más en el domicilio? ¿Qué hay detrás de las irregularidades del primer informe forense? ¿Qué hay detrás de las contradicciones de algunos de los testigos como su esposa? ¿Se conocían realmente Raquel Sánchez Silva y Nacho Leonardi (con quien Mario trató de contactar con el antes del morir)? ¿Qué hay detrás de la figura de Leonardi en toda esta historia? Unas preguntas que es probable, gracias a la Ley de la seguridad privada, tengan respuesta en las próximas semanas, si el trabajo de los profesionales diera su fruto.
Una historia con innumerables trabas (también mediáticas)
De confirmarse la prórroga de seis meses en Italia, y con el trabajo que se está realizando en nuestro país por parte de los detectives expertos, todo podría dar un nuevo giro en las próximas semanas, aunque según confirma Oscar “por desgracia la justicia hace pausas en estas cuestiones y tendremos que esperar a principios del año que viene” para ver qué sucede con la nueva investigación. Los pasos judiciales no han sido el único freno a un proceso en el que las inconcreciones han sido las grandes protagonistas. El trabajo de profesionales como el caso de Tarruella, que ha llegado a estar amenazado de muerte por este asunto, se ha visto sesgado en ocasiones por razones aún desconocidas. El ímpetu de su trabajo ha sido defender, en foros públicos, que este tipo de muertes (denominadas muertes judiciales) suelen ser investigadas a fondo de más a menos, esto quiere decir que un investigador siempre debe partir de la idea de que se puede haber asesinado a esta persona y a partir de ahí llegar, por medio de la recopilación de pruebas, a demostrar que ha sido un suicidio en el caso de que estas pruebas conduzcan a esa conclusión. Un proceso complicado en este caso, desde el confuso momento de la ausencia agentes del grupo de investigación, y agentes no identificados de Policía Científica que realizaron las fotos al finado en el domicilio, hasta el hecho de que la titular del juzgado nunca entregara la totalidad del expediente a la justicia italiana, algo que, según informa el experto, es de obligado cumplimiento.