Lo que pierden Chiara Ferragni y Fedez con su separación: ¿Cuánto dinero tienen?
La influencer y el rapero forman un tándem de éxito pero su imperio se desmorona como un castillo de naipes
Las últimas polémicas de Chiara Ferragni la condenan a su peor momento
Fedez ya ha abandonado el domicilio conyugal y su historia de amor ya es agua de borrajas
Chiara Ferragni está viendo cómo su vida se desmorona y lo hace ante sus propias narices. Si desde hace meses su carrera pende de hilo tras el escándalo del Pandoro Gate, ahora es su vida personal la que toca fondo con su separación de Fedez. De su lucha en los tribunales, la influencer se ve obligada ahora a reconstruir desde cero, a convertirse en ese ave Fénix que renace de sus cenizas con más fuerza que nunca. Tópicos aparte, la empresa que tiene por delante no es ni mucho menos sencilla.
La noticia de su divorcio del padre de sus dos hijos, Leone y Vittoria, ha sacudido Italia. El runrún llevaba tiempo sonando con fuerza en forma de rumores, pero no es hasta ahora cuando se ha dado por válido. De hecho, se apunta a que el artista musical abandonó el domicilio familiar hace días. Juntos crearon un cuento de hadas que les convirtió en el binomio Ferragnez. Sin embargo, no han podido superar una fortísima crisis cuyo detonante fue el beso que Fedez y la cantante Rosa Chemical se dieron en el Festival de San Remo.
Chiara Ferragni y su exmarido Fedez, en Roma / Gtres
¿Y ahora, qué? Esa es la cuestión que todo el mundo quiere resolver. El futuro más inmediato de los ex cónyuges se tiñe de negros nubarrones. Ya no solo a nivel judicial, ni en la ardua tarea de sanar su corazón, sino en números. Y es que la separación matrimonial hace que el imperio de Chiara Ferragni y Fedez se tambalea.
Las redes sociales han sido el vehículo de vida principal de ellos, el catalizador del resto de jugosos contratos que han firmado. Entre los dos suman casi 44 millones de seguidores en Instagram. La población de toda Italia es de unos 59 millones. Una comparativa no vinculante pero que sirve para alcanzar a comprender la magnitud de su impacto mediático.
La cifra que mejor define su faceta más financiera es su valor: más de 100 millones de euros, si bien el porcentaje mayoritario de ese montante pertenece a Chiara al ser la dueña al 100% del holding Sisterhood (Hermandad), tal y como cuenta LOC. ¿En qué repercute eso? En que ser la mejor valorada acarrea ser también la que más pierde. Medios locales informaron en 2022 de unas netas de 2,4 millones en ese ejercicio, con una facturación total de 4,5 millones.
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De Sisterhood también dependen otras tres empresas. Una de ellas es Ferragni Enterprises, propietaria del ático de 240 metros cuadrados y 10 millones de euros ubicado en el complejo residencial CityLife de Milán. La segunda es Tbs Crew, que gestiona los blogs y el comercio electrónico cuyo motor es el blog con el que Chiara se dio a conocer -The Blonde Salad-, que en 2022 facturó 14,6 millones de euros y obtuvo unos beneficios de 5,1 millones. Por último está Fenice, de la que Chiara solo tiene un 32,5% -el resto pertenece a Barletta con un 40% y Morgese con el 27%- y que Bloomberg valoró en 75 millones de dólares.
Otra de las cuestiones más atractivas de conocer radica en el dinero que tienen. Pues bien, Forbes cifró en una facturación de 30 millones anuales las ganancias de Chiara Ferragni. De su actividad en redes sociales provienen el mayor caudal monetario: percibe una media de 95.000 dólares por cada post publicitario. La reina de Italia en este sentido.
Chiara Ferragni y su exmarido Fedez, en Ibiza
¿Y qué hay de Fedez? El rapero más mediático de Italia tampoco se queda atrás en músculo financiero. El último balance presentado por su empresa en 2017 por su empresa ZEDEF SRL reflejaban unos ingresos de casi 2,7 millones de euros, por cada post publicitario en Instagram. Una cantidad que, según los expertos, le permitiría embolsarse 35.000 euros. Forbes estima su fortuna en 10 millones de euros.
Un imperio que ahora se tambalea con riesgo de derrumbe y que se exhibe a golpe de imágenes que nunca más volverán. A priori.