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La cara y la cruz de los embarazos de Laura Matamoros

  • Diana Torres
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Laura Matamoros está haciendo frente a su última etapa de embarazo, y como era de esperar, está explicando el día a día de este proceso a través de sus redes sociales. Desde que se enteró de que estaba esperando a su segundo hijo, la influencer no ha tenido reparo en mostrar a sus más de 900 mil seguidores cómo está viviendo su preparación hacia una nueva maternidad. Una faceta de lo más emotiva, aunque con algunos matices.

Tres años y medio después de haber dado a luz a su primogénito, la hermana de Diego Matamoros ha querido aprovechar el gran momento tanto a nivel personal como profesional en el que se encuentra para convertirse en madre por segunda vez. Aunque no todo es de color de rosa, y en este paso la hija del colaborador de Sálvame está pasando por muchas más dificultades de las que esperaba.

Laura Matamoros en un photocall / Gtres

La pareja de Benji Aparicio ya desveló que su primer embarazo había sido muy llevadero. No obstante, Laura tuvo un parto larguísimo y llegó a engordar hasta 30 kilos, gran parte de ellos a consecuencia de la retención de líquidos: “Ahora me río pero en su momento no lo veía y fue muy heavy”, explicó en una entrevista. Tal vez lo que no podía imaginar es que esta ocasión no sería muy diferente, y lejos de protagonizar un embarazo tranquilo, Matamoros ha vuelto a vivir en sus propias carnes la “desesperación” de las semanas previas a dar a luz.

En la recta final de su embarazo, la influencer ha experimentado una serie de cambios físicos que han terminado “agotando” a la futura mamá. A través de sus stories de Instagram, Laura no ha dudado en mostrar la cara B de su embarazo enseñando sus manos hinchadas. Una parte de su cuerpo a la que también se fueron sumando otras con el paso de los días: “Si no se me hinchan las manos, se me hincha la cara, los labios los tengo peor. Eso es así… Me queda un mes…”, comentaba a través de sus redes sociales, mientras aseguraba estar en uno de los puntos más complicados del proceso: “Por Dios, que pase rápido, no puedo más”.

Laura Matamoros en un photocall / Gtres

El aumento de peso y la hinchazón no han sido los únicos achaques con los que Laura Matamoros ha tenido que lidiar. La joven también ha confesado que cada día está “más agotada y con menos ganas de salir de casa”. Un malestar que ha tenido que compaginar con su apretadísima agenda como creadora de contenido y que pronto finalizará. Y es que se espera que la influencer dé a luz al pequeño Benjamín el próximo 27 de diciembre, día en el que casualmente nació Martín Pombo, hijo de su amiga y compañera de profesión, María Pombo. Ambas ya han compartido vía Instagram lo ilusionante que les parece compartir la fecha de nacimiento de sus hijos. Pero lo cierto es que sea cual sea el día, la ganadora de Gran Hermano VIP 4  muy pronto tendrá entre sus brazos al perfecto compañero de juegos de su hijo Matías.

Laura Matamoros andando / Gtres

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