El lado más personal de Cillian Murphy en su conquista hacia los premios Oscar
El actor siempre ha explicado en diversas entrevistas que no le atrae la fama
La interpretación de Murphy le ha llevado directo a la lista de nominados al Oscar
Convertido en uno de los galanes de la industria del cine hollywodiense, Cillian Murphy ha sabido hacerse su hueco en la industria cinematográfica. Tanto es así que, ahora, a sus 47, va camino a lograr su primer premio Oscar después de toda una vida dedicada a la interpretación. Gracias a su extensa trayectoria profesional y su papel protagonista en la cinta de Oppenheimer, de Christopher Nolan, que trata del origen de la bomba atómica, irlandés podría alzarse con su primera y codiciada estatuilla dorada.
Su vida sentimental
Eterno blindaje. Con estas dos palabras se puede definir a la perfección la situación personal de Murphy. Su esfera privada siempre ha estado envuelta en un halo de misterio, sin embargo, con el paso del tiempo y debido a su trabajo como actor se han podido ir conociendo los aspectos más desconocidos de su vida.
Hace ya casi tres décadas que se unió a Yvonne McGuinness, una artista visual de 50 años a quien conoció en 1996 en Dublín. Se casaron en el año 2004 y fruto de su romántica historia de amor nacieron sus dos hijos Malachy (en diciembre de 2005) y Aran (en julio de 2007. «Yvonne no habla de mí y yo no hablo de ella», señala el actor en algunas entrevistas, confirmando así que prefiere alejarse del ojo público.
Desde entonces, la que es una de las parejas más herméticas de Hollywood no se ha separado. Destacar que, cuando se vieron por primera vez Cillian quería ser una estrella del rock. Junto a su hermano formó la banda The Sons of Mr. Green Genes, pero sólo hicieron alguna actuación. En una ocasión, Murphy dijo en The Guardian que no volvería a la música porque un intérprete con una banda de rock no sería tomado en serio por nadie.
Faceta familiar
Una vez Cillian Murphy sale del set de grabación lo que quiere es pasar tiempo en su Irlanda natal, junto a los suyos y disfrutar de la calma alejada de los focos del otro lado del charco. «Este es un negocio difícil y ya estar trabajando es un mérito. Por eso me encanta volver a Cork y estar con mis amigos de siempre. Con ellos nunca hablo de la industria porque no nos parece un asunto importante. No es relevante entre amigos que se conocen desde los diez años», dijo en una ocasión a The Irish Independent.
Alejado de la Red
A diferencia de otras estrellas del cine, Murphy continúa apostando por la misma fórmula de la discreción en la Red. No tiene ni perfil de Instagram, ni de X, ni tan si quiera sabe lo que es un meme. Prefiere desconectar siempre que puede y si hay algo que le pone nervioso es aquellas personas que no quitan el sonido del teléfono móvil, sobre todo, cuando teclean un mensaje.