A Joaquín Sabina le sobran los motivos
El cantante de ’19 días y 500 noches’ se ha convertido en protagonista de la semana debido a un accidente en pleno concierto, pero su vida es mucho más que un traspiés
Joaquín Sabina continúa ingresado en la clínica Ruber de Madrid tras la caída que le sacó de escena, del escenario y del concierto que estaba ofreciendo junto a su compadre Joan Manuel Serrat el pasado miércoles 12 de febrero. Ese mismo día el cantautor cumplía 71 años y, aunque durante el día posterior su público contuvo el aliento tras conocerse que además de diversas fracturas en el hombro había sufrido un traumatismo intracraneal, -como él recita en su canción- “la vida siguió”.
Son incontables las letras del andaluz que forman parte del cancionero popular. ‘Quien más, quien menos’, ha entonado ‘y nos dieron las diez’, ha gritado ‘la del pirata cojo’ y ha llorado con las ‘noches de boda’ del cantante. Pero la sombra de Sabina es alargada más allá de la música, y son varios los poemarios y cuadernos de dibujos que el artista ha publicado.
Reconocido militante de izquierdas, canalla confeso y amigo de los excesos, Joaquín Ramón Martínez Sabina ha vivido mucho, ha presumido de ello y no ha ocultado ni una sola de las facturas que la ¿mala? vida le ha cobrado. En 2001 el músico sufrió un ictus que pudo esquivar sin secuelas de salud pero que, tal y como él ha contado, le cambió la vida.
Padre de dos hijas y amante de ‘todas las mujeres’, el artista del bombín lleva 21 años con Jimena Coronado. La musa que inspiró la canción ‘Rosa de Lima’ y el poeta se conocieron en Perú durante la presentación de uno de los trabajos del autor. Ella era fotógrafa del periódico El Comercio y su historia de amor empezó en el mismo momento en el que se vieron. La pareja convive en el piso que Sabina tiene en la madrileña plaza de Tirso de Molina y, tal y como desveló Joan Manuel Serrat el pasado mes de noviembre, se acaba de comprometer.
Joaquín Sabina y Jimena Coronado / Gtres
Cuando el día de su cumpleaños el autor de ‘Peces de ciudad’ reapareció en silla de ruedas sobre el escenario del que había desaparecido por culpa de un paso en falso hizo una promesa: Sabina aseguró que el concierto que acababa de suspender tendría lugar en el mes de mayo. Y así habrá de ser, porque él siempre cumple un pacto, cuando es entre caballeros.
Con un concierto en buena compañía y la boda con la mujer de su vida pendientes de su completa recuperación, Joaquín Sabina sabe que el espectáculo y la vida deben continuar. Le sobran los motivos.