Punto y aparte para la Infanta Cristina: vuelta a los orígenes con la esperanza de una reconciliación
Primera imagen de la Infanta Cristina tras su ruptura con Iñaki Urdangarin
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Todo lo que la infanta Cristina dejó atrás por Iñaki Urdangarin
La Infanta Cristina atraviesa uno de sus momentos más delicados. Hace ya varias semanas que la revista Lecturas publicó unas imágenes de Iñaki Urdangarin de la mano de Ainhoa Armentia paseando por una playa cercana a Bidart. Un reportaje que ha dado la vuelta al mundo y que ha propiciado el anuncio de la ‘interrupción de la relación matrimonial’ de la pareja poco antes de celebrar sus bodas de plata.
De momento no se ha hablado de divorcio. De hecho, el hijo mediano de la pareja, Pablo, que se ha convertido en una suerte de ‘portavoz’ de la familia, declaraba hace unos días que “sería lo suyo” que se arreglara la situación. La misma línea en la que se mostraba el abogado de Urdangarin, que descartaba un divorcio de momento.
Hasta la fecha, solo Urdangarin se ha pronunciado sobre la polémica noticia y ha asegurado que “son cosas que pasan”. Poco después de ver la luz las imágenes, el exduque de Palma viajaba a Ginebra en coche para ver a sus hijos menores y preparar el comunicado sobre la separación. Sin embargo, quien no se ha pronunciado ha sido la hija de los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía.
El programa Ya son las ocho emitía hace unos días la primera imagen de la Infanta el mismo día en el que se emitía el comunicado. Una fotografía captada por un español residente en Ginebra, en la que se veía a doña Cristina a última hora de la tarde, con una bolsa de plástico en la mano en la que se podían apreciar unos recipientes de comida para llevar, vestida de color oscuro, cabizbaja y de espaldas. Tras ella, dos miembros del personal que vela por su seguridad.
Sin embargo, más allá de esta instantánea, no se tienen nuevas imágenes por el momento de la Infanta sobre la que se ha apuntado desde hace varios días que ha viajado a Abu Dabi para ver a su padre y comentar todo lo ocurrido.
No obstante, precisamente hoy se cumple un amargo aniversario para ella. El 8 de febrero de 2014, la entonces duquesa de Palma se sentaba en el banquillo y declaraba como imputada por supuestos delitos de fraude fiscal y blanqueo de dinero. Doña Cristina llegaba a la Audiencia de Palma de Mallorca en torno a las 9:45 de la mañana y que se prolongó durante seis horas, en las que la hermana de Felipe VI se desvinculó de la gestión de Aizóon y aseguró que confiaba en Urdangarin. Una declaración que se produjo apenas unos meses antes de la abdicación de don Juan Carlos y de que su hermano, Felipe de Borbón, asumiera la jefatura del Estado como Felipe VI.
Tres años más tarde salía la sentencia, que condenaba a Iñaki Urdangarin a seis años y tres meses de cárcel y absolvía a doña Cristina, aunque ambos tenían que hacer frente al pago de 512.000 euros. No hay que olvidar que la Infanta ya había depositado 600.000 por su posible responsabilidad civil, de manera que la Justicia le tuvo que reembolsar 372.000
Han pasado ocho años ya desde aquella fatídica jornada y la vida de la Infanta Cristina ha cambiado mucho, especialmente en las últimas semanas. Su sólido apoyo a Iñaki Urdangarin a lo largo del tiempo fue un punto y aparte con respecto a parte de su familia, con quienes solo la hemos visto al completo en noviembre de 2018, por el ochenta cumpleaños de doña Sofía, cuando ella misma había saldado todas sus cuentas pendientes con la Justicia.
A pesar de que en este momento no se habla de divorcio y que Urdangarin aún no ha terminado de cumplir con su condena, el comunicado de anuncio de interrupción de la relación matrimonial abre un abismo entre la pareja, pero también una oportunidad para la Infanta, a quien, según algunas fuentes, en Zarzuela están dispuestos a zanjar las polémicas del pasado y recibir a doña Cristina con los brazos abiertos, al menos en lo que respecta al ámbito personal.