Francisco y Cayetano Rivera, juntos en Jerez para despedir a Rafael de Paula
Francisco y Cayetano Rivera se reunieron en Jerez de la Frontera para despedir al maestro Rafael de Paula
Rafael de Paula falleció a los 85 años el pasado domingo 2 de noviembre
Ambos participaron en el funeral celebrado en la iglesia del Prendimiento, acompañando el féretro del torero

Francisco y Cayetano Rivera fueron dos de los rostros más esperados en la emotiva despedida al maestro Rafael de Paula, una de las grandes leyendas del toreo español, fallecido el pasado domingo 2 de noviembre a los 85 años en su residencia de Jerez de la Frontera. Su presencia conjunta en el funeral celebrado el martes en la iglesia de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento y María Santísima del Desamparo despertó gran expectación y fue recibida con cariño por todos los asistentes, pues hacía tiempo que no se veía a los hermanos compartir un acto público. Su asistencia unida, en un día tan cargado de significado para el mundo taurino, fue interpretada como un gesto de respeto, unión y afecto hacia una figura que marcó profundamente la historia de su familia y del toreo.
Los hijos de Carmina Ordóñez y Francisco Rivera ‘Paquirri’ quisieron estar presentes para rendir homenaje a quien fue gran amigo de su padre y de su abuelo, el mítico Antonio Ordóñez. Ambos participaron con solemnidad en el cortejo que acompañó el féretro del maestro, cubierto con un capote y una montera, símbolos eternos de su vida dedicada al arte taurino. La imagen de los hermanos Rivera juntos, ayudando a portar los restos del torero jerezano, fue uno de los momentos más comentados y emotivos de la jornada, reflejo de la admiración y el respeto que sienten por una figura que forma parte esencial de la historia del toreo y de la memoria familiar.

Francisco y Cayetano Rivera en un funeral. (Foto: Gtres)
La ciudad de Jerez vivió una jornada de profundo sentimiento. Desde primera hora de la mañana, centenares de personas se acercaron a las inmediaciones de la iglesia para mostrar su cariño y respeto al torero que llevó el nombre de la ciudad por todo el mundo. En el interior del templo, el ambiente era de recogimiento, pero también de agradecimiento. Porque si algo dejó Rafael de Paula, además de su arte con el capote, fue una huella imborrable en todos los que lo conocieron.
Entre los asistentes, además de los hermanos Rivera, se encontraban figuras legendarias como Curro Romero, que acudió acompañado de su esposa Carmen Tello. El veterano maestro sevillano, en silla de ruedas, quiso estar presente para despedir a un compañero y amigo con quien compartió tardes de gloria y respeto mutuo. También acudieron Víctor Janeiro, el artista Diego Carrasco, Javier Conde, Fermín Bohórquez, y miembros de las familias Domecq, además de representantes del mundo del flamenco y de la cultura jerezana.




Curro Romero y Carmen Tello en un funeral en Jerez. (Foto: Gtres)
Durante la ceremonia, celebrada por el párroco de la iglesia del Prendimiento, se vivieron momentos de gran emoción. El sonido de las palmas por bulerías, tan arraigadas al alma de Jerez, acompañó la salida del féretro en un gesto espontáneo que conmovió a todos los presentes. Fue un homenaje lleno de duende y autenticidad, una despedida muy del estilo de Rafael de Paula, quien supo unir el toreo y el cante, el arte y la vida, en una sola expresión de sentimiento. Francisco Rivera, visiblemente emocionado, quiso dedicar unas palabras en recuerdo del maestro: «Tuve la suerte de torear mucho con él. La última becerra que toreó en su vida la toreó conmigo. Ha sido un maestro y un genio en todos los sentidos, y deja un vacío enorme. Lo echaré mucho de menos».
Sus palabras, pronunciadas con respeto y emoción, reflejaron el cariño que el hijo de Paquirri sentía por quien consideraba un referente artístico y humano. Cayetano, por su parte, se mostró sereno y conmovido, acompañando cada momento con la discreción y la elegancia que lo caracterizan. Su presencia al lado de su hermano simbolizó no solo un gesto de unión familiar, sino también la continuidad de una dinastía taurina que, generación tras generación, ha rendido tributo a quienes engrandecieron este arte.




Francisco Rivera en un funeral en Jerez. (Foto: Gtres)
El Ayuntamiento de Jerez, consciente de la magnitud de la figura de Rafael de Paula, decretó dos días de luto oficial, durante los cuales las banderas ondearon a media asta en señal de respeto. La alcaldesa, María José García Pelayo, pronunció unas sentidas palabras tras la ceremonia: «El cielo abre su Puerta Grande para recibir a un jerezano de leyenda. Nos deja Rafael de Paula, genio del toreo y del arte, que llevó con orgullo el nombre de Jerez por todo el mundo».
A la salida del templo, los aplausos se mezclaron con lágrimas y con un grito que quedará grabado en la memoria de los asistentes: una mujer gitana, desde la puerta, exclamó con emoción: «¡Qué suerte ha tenido Jerez de tenerte!». Ese instante resumió el sentimiento popular de una ciudad que siempre veneró al maestro, no solo por sus triunfos en la plaza, sino por su personalidad única, su forma de entender el arte y su fidelidad a sus raíces. El féretro, llevado a hombros por figuras del toreo y amigos personales, recorrió la calle entre una multitud que lo despidió con respeto y devoción.