La familia Franco pierde su primera batalla judicial y debe devolver el Pazo de Meirás al Estado
La juez ha ordenado a los Franco que devuelvan el inmueble al Estado, además también ha negado cualquier tipo de indemnización por los gastos de mantenimiento desde 1975.
Pese a que ha sido un verano ‘tranquilo’ para la familia Martínez-Bordiú tras la exhumación de Francisco Franco que tuvo lugar el pasado mes de octubre y que tantos quebraderos de cabeza les ha traído, ahora se encuentran en una tesitura poco agradable y que no se esperaban. El Juzgado de Primera Instrucción número 1 de A Coruña ha dictaminado que deben devolver el Pazo de Meirás al Estado. Aunque la sentencia puede ser recurrida, se preveé una larga batalla judicial entre la Administración Pública y la familia Franco. Sin embargo, eso no es todo porque no recibirán ningún dinero como indemnización por el mantenimiento de dicho inmueble.
De esta manera, el Juzgado número 1 declara nula la donación de la propiedad del Estado al dictador en 1938, ya que los documentos en los que se refleja dicha donación se deja claro que la Finca es un ‘regalo’ que se hizo a la Jefatura del Estado y no a Franco. Sin embargo, la familia sigue insistiendo en que fue un regalo que se hizo al caudillo. El mismo tribunal, asegura que el documento en el que se detalla la compraventa con la que se inscribió la residencia en el registro en el año 1941 fue una especie de ‘simulación’, por lo tanto debe anularse al tratarse de una gestión ficticia realizada solo para poner el bien a su nombre.
José Utrera Molina, abogado de la familia se encuentra ya estudiando una posible apelación por si existiera alguna vía legal para que los Franco pudieran mantener el Pazo de Meirás en su poder. Los herederos del dictador Francis Franco, Carmen, Mariola, Merry, Cristobal y Jaime Martínez Bordiu, seguirán en esta batalla judicial, ya que no están dispuestos a renunciar al lujoso inmueble en el que tantos recuerdos han creado a lo largo de los años.
El Pazo de Meirás se localiza en el término municipal de Sada (La Coruña) y lo mandó construir la escritora, Emilia Pardo Bazán. Fue residencia de verano de Francisco Franco hasta su muerte y más tarde sería la de sus herederos, su hija, Carmen Franco. De estilo romántico, la propiedad cuenta con un fuerte muro de piedra y cuatro enormes torres que le dan un toque señorial.
Por otro lado, Carmen Martínez Bordiú se refugia en Portugal junto a su nueva pareja, el neozelandés Tim McKeague. Una nueva vida alejada del foco mediático que por caprichos del destino la ha vuelto a poner en el punto de mira debido al pazo de Meirás. Por su parte, Luis Alfonso de Borbón se ha convertido en este atípico verano en uno de los grandes apoyos de Paloma Cuevas en su sonada separación con Enrique Ponce.