El error de cálculo de Isabel Preysler en su traición a Mario Vargas Llosa
Isabel Preysler ha desvelado detalles íntimos de su relación con Vargas Llosa
Su intento de demostrar que él la quiso la mostró vulnerable ha generado polémica
El gesto ha afectado su imagen pública y ha provocado críticas y especulación sobre posibles acciones legales
El interés de Isabel Preysler en desmontar los rumores que aseguraban que el escritor no le quería le han llevado a actuar de una manera cuestionable. No solo por haber publicado algunas de las cartas de amor que él le mandó, sino por haber reflejado también las letras con las que ella decidió echarle de su casa tras una escena de celos. Un gesto que, teniendo en cuenta que el peruano ha fallecido y no tiene la oportunidad de dar su versión, se ha vuelto en contra de la socialité
Isabel Preysler lleva prácticamente toda su vida siendo un icono de la crónica social de nuestro país. Entre sus valores a destacar, más allá de su capacidad para conquistar a hombres importantes o de sus sofisticados modelitos, siempre había estado el misterio. En el mejor de los sentidos. Esa capacidad de parecer imperturbable pasase lo que pasase en su vida. Su rostro indescifrable más allá de su eterna y congelada sonrisa. Hasta ahora.

Isabel Preysler en la presentación de sus memorias. (Foto: Gtres)
No debería haber sido una sorpresa para nadie la constatación de que la madre de Tamara Falcó es humana. Como Chenoa. Una mujer de carne y hueso que, a sus setenta y pico años ha decidido abrirse en canal y mostrar la cara más opaca de su vida, la que nunca había querido mostrar, ni en cuidadas portadas o documentales. Y lo ha hecho con una biografía que ha creado una expectación que ya quisieran los premios Nobel de literatura para alguna de sus obras. Un libro que ha presentado de la mano de su hija Tamara -la más natural de su prole-, ante más de 90 medios de comunicación y con una voz temblorosa que confirmaba lo que empezábamos diciendo. Isabel Preysler siente y padece.
Y en su interés por demostrarlo, la ex mujer de Julio Iglesias y también de Carlos Falcó, además de viuda de Miguel Boyer y ex pareja de Mario Vargas-Llosa, se ha deshecho de un escudo que, a la vez que su vulnerabilidad, ocultaba también alguna que otra sombra. Ni las infidelidades confesas años después, ni el reconocimiento de los retoques estéticos han sorprendido a nadie. Eran secretos a voces que, como hubiera hecho la mayoría en su lugar, la filipina había preferido no abordar a fin de no dañar su imagen. Lo que nadie esperaba es que las memorias de Preysler tuvieran un final dirigido cual misil a la familia que Vargas-Llosa abandonó por ella y a la que el escritor peruano regresó una vez que su historia de amor terminó.




Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa en un evento en Madrid. (Foto: Gtres)
Porque en su necesidad de demostrar que Mario sí le quería, Isabel ha dejado las buenas formas del literato en entredicho y las suyas propias también. Porque Vargas Llosa está muerto y no hay réplica o acciones legales posibles -de su parte- no solo contra el testimonio de la que fuera su pareja sino contra el hecho de que haya publicado información tan privada y confidencial como el cáncer que padeció y que no trascendió durante su vida, o las cartas manuscritas que le escribió durante su romance.
Isabel Preysler ha dejado atrás el misterio que la rodeaba y con él ha caído también parte de la imagen que llevaba años construyendo. La de anfitriona perfecta, siempre con una pirámide de bombones dorados a disposición de sus invitados, la de mujer de firmes principios. Porque no solo echó de su casa al Nobel con una carta, sino que antes de mandarla se preocupó de fotografiarla y no ha dudado en publicarla. Las letras de Vargas Llosa impresas en la biografía de la que fue su novia no dejan lugar a dudas de que la quiso. Las de Isabel Preysler, en cambio, han provocado un efecto boomerang que, parece ser, no vio venir. Un tiro en el pie, como se suele decir coloquialmente, que muestra su vulnerabilidad como objeto de la opinión pública. Pues en su necesidad de defenderse y señalar las cosas que su última pareja no hizo bien, ha confirmado que ella, como el resto, también tiene sus defectos. Un error de cálculo que ha terminado con la madre de Enrique Iglesias señalada por tan cuestionable gesto y una gran expectación acerca de si la familia del escritor emprende medidas legales contra ella.