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Una situación complicada

La encrucijada de Rocío Flores en su regreso a plató

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La noticia de la separación de Antonio David Flores y Olga Moreno sigue de actualidad, aunque el matrimonio no se ha pronunciado al respecto. El silencio del ex guardia civil, personaje asiduo en los medios, pone el foco en su hija Rocío, actual colaboradora de El programa de Ana Rosa. Ni los interesados, ni su familia y entorno han querido manifestarse sobre la que es una de las noticias más comentadas de la temporada. Según ha podido saber Look, ni siquiera el abogado de Antonio David Flores, últimamente muy conectado con los medios para comentar o explicar los pleitos que le lleva a su cliente, ha confirmado o desmentido la noticia que aparecía en portada de la revista semana la semana pasada.

Olga Moreno y Antonio David Flores dándose un abrazo / Gtres

Ante el silencio de su padre -hay quien habla de pacto del matrimonio para que no se filtre absolutamente nada sobre su comentada separación- Rocío Flores se encuentra en una posición incómoda. Es colaboradora de televisión y como miembro de la familia, tendría información directa y de primera mano. ¿Cuál es la posición de Rocío en este asunto tan delicado que afecta a su padre y a su mujer, Olga?

Desde que decidiera participar en el reality Gran Hermano VIP para defender a su padre, al que se anunció como el fichaje sorpresa del concurso en su edición de 2019, la hija mayor de Rocío Carrasco y Antonio David Flores ha ido ganando protagonismo en los medios. El pasado abril debutó en la sección del Club Social de El Programa de Ana Rosa, líder de audiencia, en plena emisión del documental Rocío, contar la verdad para seguir viva. Protagonista de parte de la mencionada docu serie, la joven se enfrentaba a la terrible historia que su madre narró ante millones de espectadores. Sin embargo, se presentaba exclusivamente como comentarista del reality Supervivientes, estrenado un día antes de su debut. No quería implicarse en la versión que, según testimonio de la propia Carrasco, calificaban de infierno a los años vividos al lado de su padre.

Rocío Flores en un photocall / Gtres

El relato no dejó indiferente a nadie por su tremenda dureza. El matrimonio se separó en 1999 y, según explica Rocío Carrasco, fue entonces cuando empezaron los ataques perfectamente planificados y continuos en los medios por parte de su exmarido y contra los que ella presenta varias demandas para preservar su derecho al honor e imagen. Las declaraciones y descalificaciones de Antonio David Flores cuestionando a Carrasco en su papel de madre no cesaban. El conflicto se había ido agravando en los últimos años. En diciembre de 2016 decidió denunciarle en el Juzgado de Instrucción número 23 de Madrid por los delitos de lesiones psicológicas y de quebrantamiento de los deberes de custodia. El propio juzgado, a petición del fiscal, derivó el caso al número 1 de Violencia de Género de Alcobendas. La manera en la que ella, Rocío Flores, se marchó de su casa y rompió la relación con su madre formaba parte de la denuncia que 2 años después quedó sobreseída provisionalmente por la Audiencia Provincial de Madrid.

Rocío hija no quería hablar de ello y fue una de sus condiciones para sentarse en el sofá de AR. Fueron días difíciles para la joven, pero ocho días después de su primera aparición como comentarista de reality se desdijo en directo de su intención de no implicarse. Llevaba más de siete años sin tratarse con su madre, desde el día que tras una fuerte discusión salió de su casa para marcharse con su padre y la narración cronológica de la docu serie llegaba al año en el que ella se marchó de casa. Fue cuando su hija, dirigiéndose a la cámara, decidió hacer un llamamiento público a su madre pidiéndole que la llamara, que descolgara el teléfono para hablar con ella y su hermano. Rocío Carrasco siempre ha considerado víctimas a sus 2 hijos de las decisiones de su padre y así lo explicó en sus declaraciones en la serie.

Olga Moreno mira con cariño a Antonio David Flores / Gtres

La noticia de la separación de Antonio David Flores y Olga Moreno, la mujer con la que Rocío Flores vive desde los 16 años, pone de nuevo a la colaboradora televisiva en el brete de pronunciarse o no. Su padre, tras acudir a una comisaría en presencia de las cámaras de televisión, ha desaparecido de los medios y mantiene un férreo silencio. El mencionado semanario publicaba este miércoles que Rocío Flores acudió a las altas esferas de la cadena para pedir se le apartara de cualquier información que tuviera que ver con la comentada separación matrimonial de su padre y Olga, mujer a la que le une un gran afecto y a la que siempre ha apoyado. De nuevo se sentará frente a la cámara siendo parte implicada, como miembro de la familia que es, y no ha trascendido cuál será su postura. Existen varias salidas a a esta encrucijada, todas ellas con el apoyo del programa que la avala, pero dos de ellas cobran más fuerza en la previa al gran día ¿Pasarán de largo el tema centrándose en comentar el reality (que es para que se le contrató) o anunciarán reacción de Rocío Flores en directo para escucharla decir finalmente «No voy a opinar acerca de este asunto»? Desde luego, la menos probable es que la hija de Rocío Carrasco abra su corazón y cuente con pelos y señales todo lo que está sucediendo en el seno de su familia perfecta y cómo lo está viviendo ella, pero éste también podría ser su golpe definitivo, una tercera vía.

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