La pesadilla de todo mago

David Copperfield, obligado a desvelar uno de sus trucos más famosos tras recibir una demanda millonaria

David Copperfield
El mago David Copperfield en una imagen de archivo / Gtres
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Si hay algo sagrado para un mago son los secretos que ocultan cada uno de sus trucos, por lo que desvelarlos no solo significa ‘traicionar’ su oficio, sino que puede suponer unas importantes pérdidas económicas. Es el caso de David Copperfield, uno de los ilusionistas más famosos del planeta, conocido entre otras cosas por hacer desaparecer la Estatua de la Libertad.

Sin embargo, ha sido por otro de sus populares trucos de ‘desvanecimiento’ por el que ha recibido una demanda millonaria a causa de las lesiones cerebrales sufridas por uno de los participantes. Los hechos se remontan a 2013, cuando Copperfield realizaba en Las Vegas su popular truco conocido como Lucky 13 (Afortunados 13). Este número consistía en hacer desaparecer a trece personas del público elegidas al azar, para volver a hacerlas aparecer en la parte trasera del teatro, asombrando así a la audiencia.

Uno de esos ‘afortunados’ fue Gavin Fox, un británico que sufrió diversas lesiones durante su participación en el show del popular mago. Los gastos derivados de los tratamientos médicos y quirúrgicos que necesitó para su recuperación ascienden a 300.000 euros, según el afectado, quien ahora reclama una indemnización millonaria a David Copperfield.

David Copperfield

David Copperfield en la promoción de uno de sus shows en 2006 / Gtres

¿Cómo lo hace?

Para poder esclarecer la responsabilidad del famoso mago en este accidente, el productor ejecutivo de Copperfield se ha visto obligado a desvelar en un juzgado de ‘la ciudad del juego’ cómo se hace desaparecer al público del escenario. Según ha explicado Chris Kenner se trata de una serie de pasillos interiores por los que se traslada a las trece personas para que lleguen a tiempo a la parte trasera del teatro.

«¿Es una carrera de obstáculos?», quiso saber el abogado del demandante, a lo que Kenner respondió que el recorrido no era peligroso, ya que este truco se ha realizado durante más de quince años con más de 100.000 participantes. Sin embargo, según el testimonio de la víctima, tuvieron que desplazarse por pasillos oscuros, con pendiente, polvo y escombros y que incluso atravesaron las cocinas del recinto.

Sea cual sea la decisión final del tribunal, está claro que David Copperfield, el rey de las desapariciones, ya ha perdido uno de sus trucos más valorados.

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