REPASO

Coto Matamoros: el regreso del enfant terrible marcado por décadas de escándalos

Coto Matamoros ha supuesto uno de los mayores reclamos de 'La casa de los gemelos 2'

Coto es uno de los personajes más controvertidos de la pequeña pantalla española

Coto Matamoros saltó a la fama en 'Crónicas marcianas', el programa que revolucionó las noches de Telecinco

Coto Matamoros en la presentación de su libro. (Foto: Gtres)
Coto Matamoros en la presentación de su libro. (Foto: Gtres)
Marta Menéndez
  • Marta Menéndez
  • Televisión, moda y corazón. Periodista de vocación y comunicadora de formación, me he movido entre estudios de radio, redacciones digitales y bastidores de redes sociales. He narrado la actualidad en la 'Cadena SER', seguido la pista a las nuevas tendencias en 'El Independiente' y escrito sobre lifestyle y empresas en la 'Revista Capital'. En 'Diez Minutos', combiné redacción y estrategia digital como Community Manager. Ahora escribo en LOOK, donde cubro actualidad televisiva, moda, celebrities y realeza.
    • Actualizado:

La reaparición de Coto Matamoros en La casa de los gemelos 2 ha supuesto uno de los mayores reclamos del arranque del reality. No es para menos: tras años apartado de los focos, envuelto en polémicas, declaraciones incendiarias y una vida personal llena de excesos, su regreso como «verdugo» del programa no es solo un guiño televisivo, sino un recordatorio de uno de los personajes más controvertidos de la pequeña pantalla española. Su figura, que en los 2000 se convirtió en sinónimo de televisión macarra, reaparece ahora en un formato nacido en Internet y conducido por Kiko Hernández, con quien mantiene una enemistad histórica que ya ha dado su primer «zasca» en directo.

Su simple entrada a la casa -cargado de ironía, con tensión latente y un comentario envenenado sobre el presentador («¿a Paco Porras habéis contratado?»)-, ha sido suficiente para que los seguidores del reality recordaran por qué Coto dejó una huella tan profunda en el imaginario televisivo. Pero para entender por qué su vuelta genera tanta expectación, hay que recorrer el largo camino de escándalos, caídas y resurrecciones que han marcado su trayectoria.

Un origen televisivo marcado por el exceso

Coto Matamoros saltó a la fama en Crónicas marcianas, el programa que revolucionó las noches de Telecinco entre 2000 y 2004. Allí se convirtió en un polemista temible, capaz de incendiar cualquier debate y de protagonizar discusiones memorables con figuras como Aída Nízar, Carmen Hornillos o Boris Izaguirre. Su estilo crudo, provocador y sin filtros era tan criticado como celebrado, y esa combinación explosiva lo convirtió en una pieza imprescindible del espectáculo.

Pero detrás del personaje había una vida personal marcada por sombras. Él mismo ha confesado en entrevistas y en su libro Libro de reclamaciones que su infancia estuvo atravesada por el maltrato paterno, un trauma del que nunca se ha escondido y que, según explica, condicionó su carácter, su relación con las drogas y su forma de relacionarse con el mundo.

Adicciones, cárcel y desapariciones

Probablemente uno de los capítulos más oscuros de su biografía fue su adicción a las drogas. Coto ha afirmado que comenzó a consumir heroína a los 15 años, un hábito que más tarde sustituyó por la cocaína y que, según él mismo reconoce, nunca llegó a abandonar del todo. Sus excesos no tardaron en pasar factura: pérdida de trabajos, problemas de salud, un carácter cada vez más imprevisible y tres entradas en prisión, experiencias que también ha relatado con crudeza.

Coto Matamoros en Madrid. (Foto: Gtres)

Coto Matamoros en Madrid. (Foto: Gtres)

Su desaparición mediática también vino acompañada de conflictos familiares. La relación con su hermano, Kiko Matamoros, se rompió de manera definitiva hace años, y desde entonces ambos se han lanzado acusaciones y reproches. Coto ha llegado a calificar a su mellizo de «enemigo vital» y a asegurar que jamás volverá a hablar con él.

El escándalo como identidad

En los últimos años, incluso lejos de los platós y de la sobreexposición que caracterizó su época dorada en televisión, Coto Matamoros ha seguido cultivando, voluntaria o involuntariamente, una identidad pública basada en la controversia. Su figura no ha necesitado presencia televisiva regular para generar titulares: le ha bastado con reaparecer de manera intermitente en redes sociales, pódcast y entrevistas esporádicas para recordarle al público que su sello sigue intacto. Ese estilo desafiante, irónico, corrosivo y a menudo incómodo se ha convertido en su marca personal, en un código que él mismo ha alimentado durante décadas.

Aunque muchos colaboradores televisivos se moderan con los años, Coto siempre ha rechazado el tono conciliador. En sus apariciones digitales, ya sea en directos improvisados o intervenciones en canales alternativos, continúa disparando con la misma intensidad contra el mundo del corazón y contra algunos de los nombres más reconocidos de la televisión. Ha criticado sin tapujos a presentadores, productores y ex compañeros de cadena, manteniendo una actitud de rechazo hacia lo que él llama «la maquinaria» o «la industria» del entretenimiento, a la que acusa de ser «hipócrita, oportunista y manipuladora».  Sus palabras, siempre afiladas, han generado tanto aplausos como rechazo, pero nunca indiferencia.

Coto Matamoros en la inauguración de un 'I latina'. (Foto: Gtres)

Coto Matamoros en la inauguración de un ‘I latina’. (Foto: Gtres)

La vida personal de Coto Matamoros

Pese al hermetismo que siempre ha rodeado su vida privada, se sabe que Coto Matamoros ha estado casado en varias ocasiones y es padre de varios hijos, aunque él mismo evita dar detalles públicos sobre ellos. En una entrevista reciente aseguró mantener una relación sentimental, pero puntualizó que no está casado. También reveló cuánto llegó a ganar en sus años de mayor éxito televisivo: según confesó en el pódcast de Jodi Wild, cobraba 18.000 euros por programa, una cifra que percibía tres veces por semana, lo que le reportaba alrededor de 54.000 euros semanales y más de 200.000 euros al mes, sin contar los «extras» que obtenía por acudir a programas del corazón los fines de semana.

Lo último en Actualidad

Últimas noticias