PROBLEMAS DE SALUD

La confesión más íntima de Sarah Ferguson tras su ingreso en un psiquiátrico: "Mi mente se fue"

Sarah Ferguson ha dado un paso al frente con una de las confesiones más sinceras y valientes de su vida

La ex esposa del príncipe Andrés ha revelado que recientemente ingresó en Paracelsus Recovery

Se trata de una clínica para quienes enfrentan trastornos psicológicos, adicciones y traumas ocultos

Sarah Ferguson en Windsor. (Foto: Gtres)
Sarah Ferguson en Windsor. (Foto: Gtres)
Marta Menéndez
  • Marta Menéndez
  • Televisión, moda y corazón. Periodista de vocación y comunicadora de formación, me he movido entre estudios de radio, redacciones digitales y bastidores de redes sociales. He narrado la actualidad en la 'Cadena SER', seguido la pista a las nuevas tendencias en 'El Independiente' y escrito sobre lifestyle y empresas en la 'Revista Capital'. En 'Diez Minutos', combiné redacción y estrategia digital como Community Manager. Ahora escribo en LOOK, donde cubro actualidad televisiva, moda, celebrities y realeza.
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Sarah Ferguson, duquesa de York, ha dado un paso al frente con una de las confesiones más sinceras y valientes de su vida. En una carta publicada por The Telegraph, escrita de su puño y letra, la ex esposa del príncipe Andrés ha revelado que recientemente ingresó en Paracelsus Recovery, un hospital psiquiátrico exclusivo ubicado en Zúrich. Según describe la propia página web del centro, se trata de «una clínica comprometida con la recuperación integral de la salud mental», especializada en tratamientos de vanguardia para quienes enfrentan trastornos psicológicos, adicciones y traumas ocultos tras la fachada pública.

Ferguson explica que esta experiencia fue mucho más que una visita médica. «Todo esto inspiró mi reciente visita a Paracelsus Recovery, donde amablemente me acogieron. No me avergüenza revelar que la clínica me ofreció un refugio», escribe, destacando que allí pudo abordar asuntos no resueltos que la acompañaban desde la infancia. A los 12 años, su madre la dejó para mudarse a Sudamérica, una herida que dejó profundas cicatrices emocionales. «Esto, sin duda, me generó sentimientos de inutilidad y estoy segura de que contribuyó a una actitud poco saludable hacia la comida, que a menudo amenazaba con convertirse en un trastorno alimentario grave», confiesa.

Sarah Ferguson en Windsor. (Foto: Gtres)

Sarah Ferguson en Windsor. (Foto: Gtres)

A lo largo de su carta, Ferguson se abre en canal sobre las múltiples luchas que ha enfrentado. Desde el abandono materno, pasando por la presión mediática de su paso por la familia real británica en las décadas de los 80 y 90 -una época en la que, como ella misma recuerda, «las mujeres de la familia real no se libraban de las críticas»-, hasta los recientes diagnósticos de dos tipos de cáncer. «Hablar abiertamente de las luchas que he enfrentado no siempre ha sido fácil. Siempre supe que había problemas que debía abordar, derivados de mi infancia y mi paso por el ojo público. Luego me diagnosticaron cáncer dos veces en el mismo año, algo que sería un desafío para cualquiera, tanto para la salud mental como para la física», relata con crudeza.

Durante su estancia en Paracelsus Recovery, la madre de las princesas Beatriz y Eugenia se sometió a diversos tratamientos, incluyendo la terapia de hipoxia-hiperoxia intermitente (IHHT), una técnica que alterna niveles bajos y altos de oxígeno para estimular respuestas fisiológicas que mejoran tanto el cuerpo como la mente. Ferguson elogia la calidad del cuidado recibido y destaca que pudo hablar en profundidad sobre su pasado, reconociendo lo mucho que pesaron las humillaciones mediáticas, los comentarios maliciosos en redes sociales y el sentimiento persistente de estar siendo observada y juzgada constantemente.

Uno de los puntos más destacados de su mensaje es su preocupación por la crisis de salud mental entre los jóvenes. «Me preocupa especialmente la crisis que estamos observando. Hay tasas crecientes de ansiedad, depresión y otros problemas de bienestar en la próxima generación. Esta crisis se debe a una combinación de factores sociales, económicos y digitales», advierte, y señala también la dificultad que muchas personas tienen para acceder a apoyo psicológico oportuno y eficaz. Ferguson insiste en la importancia de hablar abiertamente sobre salud mental y de eliminar los tabúes. «La salud mental no tiene fronteras. Afecta a personas de todos los ámbitos de la vida, y es imperativo que sigamos derribando las barreras del estigma y el silencio», subraya. Además, anima a quienes atraviesen situaciones similares a buscar ayuda sin miedo ni vergüenza: «No hay vergüenza en dar los pasos necesarios para sanar».

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