Fue en enero de 2015 cuando, tras la venta de Villa Favorita por 65 millones de euros a la familia italiana Invernizzi, Borja y Blanca se mudaron al micro-Estado. Allí, la pareja compró dos casas cuyo valor ronda los diez millones de euros que, de efectuarse dicha mudanza a la ciudad internacional en el extremo sureste de Florida, habrá que ver en qué queda.
Cinco momentos que confirman la ‘obsesión’ de Borja Thyssen por marcar su territorio
Borja Thyssen y Blanca Cuesta reaparecieron el pasado lunes en Madrid
El matrimonio asistió a la inauguración de la exposición 'El realismo íntimo' en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Esta es la quinta vez que Borja acude al museo desde que fue nombrado patrono y la primera tras las polémica declaraciones de Carmen Cervera sobre su legado
Mujer con niños en la fuente, de Francisco de Goya, fue el primer cuadro a título personal de Borja Thyssen-Bornemisza. Valorado en más de 800.000 euros, la obra fue un regalo del barón Thyssen -quien lo adoptó legalmente después de casarse con su madre, Tita Cervera-, el día de su bautizo, que tuvo lugar en la catedral de San Patricio de Nueva York cinco años después de su nacimiento. Las intenciones del barón o de Carmen entonces, quién sabe si eran que Borja continuara con el legado de ambos para con el arte, o trabajara en la construcción de su propia colección; pero lo cierto es que lo ha hecho. Ambas cosas. Aunque de un modo muy distinto al de sus progenitores, nada desinteresado, que se alejaría incluso de eso que dicen de ‘por amor al arte’.
Fue en 2020 cuando Carmen Cervera nombró a su hijo Borja patrono del Museo Thyssen-Bornemisza. Una decisión que situaría, a priori, al vástago, en el lugar adecuado para suceder a su madre en un futuro, si no fuera porque las últimas declaraciones de Tita, sumadas a un sinfín de gestiones burocráticas, apuntan hacia otra dirección. Y esto, sí, parece haber hecho un click en el madrileño.
En una entrevista reciente, Carmen Cervera habló sobre la continuidad de su legado y la posibilidad de que la gestión de su multimillonaria herencia y labor artística, quedara en favor de una de sus mellizas nacidas por gestación subrogada en 2006, llegado el momento de su fallecimiento. Concretamente, Carmen, que el próximo 6 de julio cumplirá su mayoría de edad. «Ella estudia y estudia. Es una estudiante brillante. He hecho cantidades de testamentos. Cuando cambia la vida, vas cambiándolos», dijo Cervera. Unas palabras a las que Borja ha reaccionado haciendo gala de ese instinito tan nuestro -de los humanos-: marcando el cercado y/o los límites de lo que hasta ahora había sido, al menos en su imaginario, de su única propiedad. Eso sí, una que en los últimos años ha visitado en contadas ocasiones.
El pasado lunes día 26 de febrero, Borja Thyssen apareció en Madrid con motivo de la inauguración de la primera exposición monográfica de una artista española, Isabel Quintanilla, en el museo nacional: El realismo íntimo. El hijo de Carmen acudió a la pinacoteca junto a su esposa, Blanca Cuesta; y ambos recorrieron las diferentes salas que ocupa la muestra, que podrá visitarse hasta el día 2 de junio. Todo ello, en un ambiente tan relajado como oportuno. Pues cabe preguntarse ¿Motivaron las palabras de Carmen Cervera la presencia de Borja Thyssen en la instauración de la exposición?
Desde que Borja fue nombrado patrono del Museo Thyssen-Bornemisza, el quinto hijo del barón Hanks Heinrich von Thyssen-Bornemisza se ha dejado ver por la galería, al menos públicamente, en cinco muy estudiadas ocasiones -incluida esta última-. Cuatro años para cinco veces de las cuales cuatro han sido con motivo de la inauguración de tres exposiciones del Museo; y la restante, a razón de la presentación de una muestra de su colección propia.
En junio de 2022, Blanca y Borja asistieron, junto a la baronesa Thyssen, a la presentación de la primera retrospectiva española de Alex Katz, comisariada por Guillermo Solana, director artístico del museo, y organizada en colaboración del propio autor, que a sus 96 años continúa en activo. Lo hicieron muy sonrientes y dejando claro que habían retomado la relación familiar tras varios años de desavenencias. Pero también apenas unos meses después de que él y su madre firmaran el contrato con el Ministerio de Cultura por el alquiler de la colección «compartida» que ambos tienen depositada en la pinacoteca -330 obras durante 15 años-, y por el que los Thyssen reciben 6,5 millones de euros anuales a repartir entre madre e hijo en distintos porcentajes, así como 422.500 euros adicionales por la subida del Índice de Precios de Consumo (IPC).
El contrato, es digno de mención aquí, incluye la vuelta del Mata Mua, la icónica obra de Paul Gauguin que salió del museo durante la pandemia del coronavirus, abriendo una de las crisis más graves entre el Estado y la baronesa; y se rige por lo dispuesto en el Real Decreto-ley 15/2021, de 13 de julio, por el que se regula el arrendamiento de colecciones de bienes muebles integrantes del Patrimonio Histórico Español por determinadas entidades del sector público. Entre las cláusulas, se contempla que los arrendadores pueden, en cualquier momento durante el periodo de vigencia, disponer libremente, incluido para su venta a terceros, de tres obras de la colección, a excepción de la obra de Gauguin. Asimismo, también se establece la cesión en exclusiva a la Fundación de todos los derechos de propiedad intelectual e industrial «que ostente sobre la imagen de la colección en su conjunto, así como sobre cada una de las obras», incluyendo los derechos de copia, reproducción fotográfica y editorial, para su explotación comercial.
Tras esto, sea como fuere, no volvimos a ver a Borja en el Thyssen hasta febrero de 2023. Entonces, el esposo de Blanca Cuesta acudió a la sala para estar presente en la inauguración de la exposición Lucian Freud junto a su hermana Francesca, que había donado el retrato del padre de ambos que realizó el pintor alemán. La cita coincidió con la imputación de un delito contra la Hacienda pública para Borja y Blanca por el que la Fiscalía pedía una condena de tres años de cárcel y el pago de una multa de un millón de euros; de modo que sirvió para aparentar normalidad y quitar hierro al asunto si bien un juzgado madrileño terminó por absolver al matrimonio varios meses después.
Esta supuso, además, la primera aparición de Borja después de la sonada entrevista que Tita concedió a Risto Mejide en Viajando con Chester, en la cual la protagonista no tuvo reparo en demostrar que no goza de una muy buena relación con su nuera. «Las personas que están a su lado tienen otra mentalidad. Son otras personas, No son como era Borja ni como soy yo», dijo Tita a este respecto. Cabe recordar, en este sentido, que Carmen Cervera nunca creyó que el romance de su hijo con Blanca Cuesta llegara a buen puerto. De hecho, cuando la pareja anunció que estaba esperando su primer hijo en común, la baronesa obligó a Blanca a someter al bebé a una prueba de paternidad.
En octubre de 2023, Borja se dejó ver otra vez en el Museo Thyssen. La reaparición se produjo, esta vez, escasos días antes de que la Justicia absolviera al matrimonio del pleito antes referido, y al término de los proyectos del museo vinculados a la Celebración Picasso 1973/2023. De igual forma, tan solo una semana después de la presentación de la exposición del australiano Jordy Kerwick, que supuso la segunda dentro del programa de muestras dedicado a la colección del propio Borja y de Blanca. Esto último es destacable teniendo en cuenta que la pareja se ausentó en la que fue la presentación de la primera serie de Borja como coleccionista de arte en colaboración con el centro: Hiperrealismo en la colección Blanca y Borja Thyssen-Bornesmiza. Algo que fue muy criticado y por lo que Borja debía ‘limpiar’ su imagen a ojos de los expertos y de la prensa especializada en este ámbito.
Borja Thyssen y Blanca Cuesta ¿Rumbo a Miami?
Coincidiendo con las nuevas informaciones sobre el legado de Tita Cervera y el último movimiento de Borja para rebocar un posible cisma familiar alrededor del imperio económico y artístico de su madre, han surgido nuevas informaciones acerca de las intenciones de él y de Blanca Cuesta de mudarse a Miami con sus cinco hijos en común -Sacha, Enzo, Eric, Kalah e India-, para ampliar su círculo y una vida social que, en nuestro país, es cierto que ha ido menguando desde que instalaran su residencia en Andorra. Algo que, habrá que esperar, si ayuda o no en la relación de idas y venidas de madre e hijo, e incluso nuera. «Es una decisión que han tomado. Todavía no hay fecha definitiva para mudarse, pero lo van a hacer», informó Monika Vergara en el programa Fiesta.