Carmen Almoguera, la hija de Carmen Borrego: “el ojito derecho de mi abuela, soy yo”
La papada de Carmen Borrego tiene los días contados (y no es broma)
Carmen Borrego nos cuenta cómo ha cambiado su vida tras el reality ‘Las Campos’
La pregunta por la que Carmen Borrego se arrepiente de su polígrafo
Después de la tormenta llega la calma. Y eso es precisamente lo que sienten ahora Carmen Borrego y Terelu Campos, María teresa ya se encuentra muy recuperada de su último ingreso y eso les permite vivir con mucha más tranquilidad. Tanto que ambas hermanas han encontrado el momento perfecto para presentar a sus hijas. Terelu lo hizo la semana pasada y se adelantó así al 18 cumpleaños de Alejandra Rubio. Ahora es el turno de Carmen, que ha querido posar junto a su hija pequeña, con la que comparte nombre.
Es la primera vez que Carmen Almoguera habla y reconoce que le costó “al principio no lo vi claro, pero estoy muy orgullosa de mi familia y de mi madre”. No le encanta que su madre se haya puesto delante de las cámaras “pero veo que disfruta y es feliz y es lo que yo quiero”. Sobre José Carlos, marido de Carmen, dice que “vivimos los tres juntos y tenemos un vínculo maravilloso”. Es abogada de vocación “creo en la justicia y siempre supe que quería ser abogada, estoy preparando el máster de acceso para colegiarme”. Se llena de orgullo al hablar de su madre, pero también de su abuela, “para mí, mi madre no es todo. Pero también mi abuela, la gran defensora de la mujer trabajadora”, es más, tiene una cosa clara “el ojito derecho de mi abuela soy yo”.
En la entrevista Carmen se define como “una madre obsesiva” y afirma que tiene muy buena relación con sus dos hijos. Carmen tiene 25 años, “es abogada y tiene muy clara su vida, dice con orgullo”, aunque reconoce que “es súper cómplice de mi marido, yo a veces siento celos… celos sanos”. Cree que este reportaje no resta anonimato a su hija “que yo haga este reportaje con Carmen no lo va a impedir (que siga siendo anónima). Yo lo hago por orgullo de madre”.
Borrego, en esta ocasión, se ha abierto como pocas veces. Nunca había contado que se siente una mujer rebelde aún a los 51, que sus hijos y los de José Carlos se llevan muy bien porque son mayores y cada uno tiene su vida, solo Carmen vive con ellos. Ha confesado que ha sufrido mucho por sus hijos, pero que por respeto hacía ellos jamás contará las razones. Tiene la conciencia tranquila y considera que esa es la clave de la buena relación.
Uno de sus pesares más grandes en la vida es el haber tenido que decirle a su madre que sufrían un cáncer, apunta que incluso más que padecerlo. También recuerda con mucha nostalgia a su padre y le da rabia pensar que no haya podido conocer a ninguno de sus nietos.