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Con el Ay mamá de Rigoberta Bandini como banda sonora y Jorge Javier Vázquez como maestro de ceremonias, era el pasado martes cuando Telecinco estrenaba por todo lo alto Montealto. En los dos primeros capítulos del nuevo espacio de la cadena, Rocío Carrasco ha tenido oportunidad de enseñar algunas estancias de la que fue la casa de Rocío Jurado, además de haber desvelado algunos secretos de los más allegados a “la más grande”.
Es sabido que la relación entre Rocío Carrasco y el que fuera marido de su madre, Ortega Cano, no es del todo fluida. Tanto es así, que la ex de Antonio David Flores no ha tenido reparo en asegurar públicamente que éste era un poco “tacaño”, algo que ha querido preguntarle Emma García a Ana María Aldón aprovechando su aparición en Viva la vida: “No, mi marido no es tacaño. Por lo menos conmigo no lo es. Mi marido da la vida por mí y por su familia también, porque lo vivo y llevo ya casi diez años a su lado”, apuntaba la diseñadora, dejando entrever que algunos de los ataques de Rocío hacia el torero no tenían fundamento. No obstante, también quiso halagar el momento en el que la madre de Rocío Flores se puso en la piel del diestro al haber perdido a la que fue su esposa: “A mí me gustó escuchar a Rocío Carrasco hablar así, y es que esa es la realidad, se murió su mujer y él estaba muy mal”, admitía.
Aún así, nadie duda de que no están siendo días fáciles en la casa de los Ortega Aldón. La publicación de estos recuerdos hace que inevitablemente, los seres queridos de Jurado echen la vista atrás para recordarla, algo que Ana María respeta profundamente: “Yo lo veo como espectadora y como admiradora de Rocío Jurado. Es difícil pero lo consigo, ya luego cuando empiezan las preguntas pienso que están hablando de mi marido, y hay una gran diferencia entre lo que dice una persona y lo que yo llevo diez años viviendo”, expresaba la colaboradora, haciendo hincapié en que la versión de Ortega dista mucho de la de Carrasco. Pese a todo, la diseñadora ha desvelado que durante la emisión de estos programas, prefiere dejar “vía libre” a su marido: “Él estuvo viéndolo, pero yo no lo vi con él. Yo viéndolo desde donde lo vi, también pensé en mi marido y en que ese fue su dormitorio, también fue el salón de Gloria Camila y de José Fernando… A ver, no veo solo lo que ve Rocío Carrasco, sino lo que ve mi familia. Decidí verlo sola porque no quiero ver más sufrimiento y no quiero interponerme ante una emoción que siente mi marido cuando lo ve, quiero que lo vea y muestre su emoción sin que nadie le haga sentir que tiene que cortarse”, finalizaba, demostrando que la figura de la cantante sigue estando muy presente en su vida y en la de sus seres queridos pese a la actitud de Rocío Carrasco.