Alessandro Lequio, a Ana Obregón: "Mi familia son mi mujer y mi hija y el resto me da igual"
Ana Obregón pidió ayer en directo a Lequio que fuese a conocer a su nieta, la cual nació en el mes de marzo
El colaborador televisivo asegura que se mantiene en silencio por una cuestión de "higiene mental"
Ana Obregón volvía ayer a sentarse en un plató de televisión tras el nacimiento de su nieta Ana Sandra el pasado mes de marzo y esta vez lo hacía en directo. En una distendida entrevista realizada por Ana Rosa Quintana en TardeAR, la actriz llevaba a cabo un repaso de lo que había supuesto la llegada de la pequeña a su vida y aprovechaba para mandarle un claro mensaje a Alessando Lequio, que todavía no ha ido a conocerla: «Mi casa está abierta. La niña tiene muchas ganas de verte. Es la hija de tu hijo y creo que sería muy feliz Aless si pudieras abrazarla».
Unas palabras que hoy han obtenido respuesta por parte del aludido en el programa donde colabora. Explicando de entrada que no puede sentir más que respeto y un gran cariño por la madre de su hijo, Lequio destacaba que de este tema había decidido no hablar «por una cuestión de higiene mental». «Yo soy incapaz de estar todo el día sacando este tema y por eso me mantengo en mi silencio. Lo que sí hay que decir es que una bebé de siete meses no tiene capacidad para desear conocer a alguien, eso es directamente absurdo», señalaba en Vamos a ver.
Así mismo, aseguraba que se alegraba de ver a Ana tan contenta. «Es una felicidad inmensa verla con una sonrisa», confirmaba. Sin embargo, el colaborador evitaba entrar a opinar sobre determinados comportamientos que la actriz ha mostrado junto a su nieta durante los últimos meses. «Si empiezo a juzgar, mal vamos. Simplemente porque habría que explicar muchas cosas y no quiero entrar. Yo esto lo decidí desde el primer día, mantenerme en silencio. Necesito ese silencio por mi bienestar», volvía a repetir.
En cuanto a si va a asistir al bautizo de su nieta, que se celebrará en Navidad, Alessandro Lequio no ha querido tampoco pronunciarse al respecto. Algo que Ana Obregón aseguró ayer no entender. «Él me acompañó a todo, hicimos el testamento que lo había escrito Aless, lo llevamos al notario juntos, está firmado por él», apuntó. Por eso, aunque aseguraba respetar su decisión de no hablar, ella sí lo hacía porque quería que cada día de su día, dijo, fuese un homenaje a su hijo.
Estas palabras llevaban a Joaquín Prat, conductor del espacio, a preguntarle por qué Ana le ponía en tal tesitura si respetaba su silencio. «Somos distintos», se ha limitado a contestar el conde. «Lo importante es cómo estoy yo, cómo me siento yo, cómo está mi familia, y mi familia son mi mujer y mi hija. Y el resto me da exactamente igual», sostenía haciendo referencia a María Palacios y la pequeña Ginevra. Además, aclaraba los principios que regían en la misma: «Uno de ellos es nunca tomar en serio lo que dicen de nosotros. La segunda cosa es tomar en serio las cosas que sí importan en la vida, y lo más importante en la vida es la familia. A mí, sinceramente, lo que piensen los demás sobre este asunto me da igual», decía para zanjar la conversación.