Ágatha Ruiz de la Prada vuelve a la soltería: punto y final a su historia de amor con Luis Gasset
Su relación ha durado un año
Un año les ha durado el amor a Ágatha Ruiz de la Prada y Luis Gasset. Doce meses intensos con una pandemia de por medio, y que ha terminado de una manera amistosa, según ha confirmado la diseñadora a la revista ‘¡Hola!’. La ruptura está muy reciente, ha sido hace unos días cuando la pareja decidía tomar caminos separados.
La creadora se ha trasladado recientemente a su casa de campo, donde está disfrutando de unos días de relax. Y lo ha hecho después de haber recibido la vacuna contra el COVID el viernes 30 de abril. «Pasé un día regulín, pero ya estoy fenomenal», ha confesado a la mencionada publicación desde su retiro.
«Es lo mejor que me ha pasado este año», aseguraba el empresario meses después de comenzar su relación. Unas palabras que Ágatha correspondía con el mismo cariño. «Todo ha sido mágico», llegaba a confesar a Pablo Motos la diseñadora durante una visita a ‘El Hormiguero’, donde habló largo y tendido sobre su vida amorosa, su profesión y su apoyo a don Juan Carlos.
Se conocieron poco antes de que se decretara el estado de alarma gracias a una amiga en común, Olivia Herbosch, y parece ser que enseguida surgió la chispa entre ellos. Intercambiaron sus números de teléfono y a partir de ahí comenzó una relación vía Whatsapp. «Un miércoles no me llamó. Me mandó un mensajito, y entonces el jueves me dice: ‘Ay mira, perdona, es que estoy en el hospital’», recordaba Ágatha en el programa de las hormigas.
Y es que al poco de conocerse, Luis Gasset se contagió de coronavirus y su estado se agravó hasta el punto de tener que ser ingresado aquejado de una neumonía bilateral. Una circunstancia que les unió aún más: «Conoces a alguien que te encanta y, de repente, está a punto de morirse. No lo podía creer, era como ‘Lo que el viento se llevó’», decía en ‘¡Hola!’ hace solo tres meses.
Viudo y padre de dos hijas, Belén y Blanca, la pareja contaba con el beneplácito de sus respectivas familias, que estaban encantadas con que sus padres fueran felices juntos. «Es una relación de lo más natural y así hay que vivirla», confesaba Gasset, Director General de la casa de subastas de arte y joyas, Ansorena. «Ágatha siempre está pendiente de nosotras y nos divertimos. Estamos encantadas», afirmaba Blanca hace unas semanas.
«Tiene buena pinta y está entusiasmada. Ya lo he conocido y es maravilloso, muy educado», afirmaba en su momento Cósima, la hija pequeña de Ágatha, feliz de ver a su madre sonreír de nuevo y con un cambio radical en su rutina diaria. «Antes se acostaba todos los días a las ocho y ahora se va de juerga», añadía divertida.
Parecía que su historia de amor era idílica. Estaban muy enamorados y habían compartido momentos muy difíciles en sus comienzos, y también la felicidad de haber viajado en diferentes ocasiones a lo largo de estos meses, todos debido a compromisos profesionales de Ruiz de la Prada, pero que también les ofrecieron ratos de ocio que disfrutaron como dos tortolitos.