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Los 9 retoques estéticos que han cambiado la cara de Ana Mena, explicados uno a uno

Neuromoduladores, hilos tensores, ácido hialurónico y cuidados dentales: los aliados de su nueva imagen

En España, el Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) estima que el 35,9 % de la población hace ya uso de retoques

  • Rosa Torres
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Ana Mena no necesita presentación. Su voz domina la radio, sus canciones se escuchan en medio mundo y su imagen se multiplica en redes sociales. Pero esta vez no es su música lo que acapara titulares, sino su impresionante transformación física. Con 28 años, la malagueña ha regresado al primer plano con un aspecto renovado, luminoso y sofisticado que refleja una etapa de plenitud personal y profesional. Su regreso llega acompañado de Lárgate, un sencillo potente y emocional que marca un antes y un después en su carrera, y que parece poner banda sonora a su nueva versión.

Durante 2024, la intérprete tomó una decisión que pocas artistas se atreven a asumir en pleno éxito: parar. Decidió desconectarse del ruido mediático, priorizar su salud mental y dedicar tiempo a sí misma. Ese retiro la llevó no solo a reencontrarse con su esencia, sino también a abrirse al amor: conoció al actor Óscar Casas durante el rodaje de la película Ídolos, y su relación, discreta pero sólida, ha acompañado su proceso de cambio y crecimiento personal.

Ana Mena en su faceta más reciente como cantante consolidada. (Foto: Redes Sociales)

Su evolución no ha sido solo interior: a partir de los 25 años, la piel empieza a producir menos colágeno y elastina, las proteínas responsables de su firmeza y elasticidad. Es entonces cuando aparecen las primeras líneas de expresión y una ligera pérdida de volumen. Ana ha sabido anticiparse a ese proceso con inteligencia y mesura, recurriendo a tratamientos preventivos y a pequeños retoques que han realzado sus rasgos sin alterar su esencia.

Ana Mena en sus primeras alfombras rojas con 20 años y sin retoques estéticos. (Foto: Gtres)

Para comprender mejor su nueva imagen, hablamos con el doctor Pablo Amor Loureda, especialista en medicina estética y director de la Clínica Loureda en Alcázar de San Juan. El experto ha analizado en detalle el rostro de la artista y señala que en total se habría hecho nueve retoques, la mayoría no quirúrgicos, todos orientados a armonizar, no transformar. “Han sido acertados y sutiles, que respetan la armonía y las proporciones faciales”, explica el doctor. “Quizá le dan una imagen más madura y adulta, pero son tratamientos que, en conjunto, han potenciado su belleza natural y su presencia escénica”.

Foxy eyes: la mirada que dice todo

El cambio más evidente comienza en el tercio superior del rostro, que engloba la frente, el entrecejo y la zona del contorno de ojos. Según el doctor  Loureda, especialista  se observan neuromoduladores —como la toxina botulínica— que han relajado los músculos responsables de las líneas de expresión, suavizando el entrecejo y el perímetro ocular.

Ana Mena con María Teresa Campos en sus primeras apariciones en televisión. (Foto: Redes Sociales)

Combinado con hilos tensores en la cola de la ceja, el resultado es el popular efecto foxy eyes, una mirada más abierta, elevada y sofisticada. “El objetivo no es cambiar su expresión, sino devolver frescura y descanso a la mirada”, explica el especialista.

Nariz nueva y pómulos equilibrados

En el tercio medio del rostro, donde se encuentran la nariz y los pómulos, el médico estético aprecia la transformación más significativa. “Ana parece haberse realizado una rinoplastia, con la que ha refinado la punta y mejorado la proporción del perfil, logrando un resultado más esbelto y armónico”, señala.

Ana Mena ahora. (Foto: Redes Sociales)

A este cambio se suma la aplicación de relleno con ácido hialurónico en los pómulos, que da proyección, firmeza y un efecto lifting inmediato sin necesidad de cirugía. Este equilibrio consigue que el rostro se perciba más estilizado, con una estructura más definida y una armonía natural que refuerza la feminidad de sus rasgos.

Labios definidos y mandíbula de cine

En el tercio inferior, los cambios son más sutiles, pero igualmente eficaces. Los labios se ven más hidratados y equilibrados, manteniendo su forma original, con un volumen moderado que realza su expresividad. El mentón y la línea mandibular presentan una definición más marcada, probablemente lograda también con ácido hialurónico.

Ana Mena sin maquillaje, en una foto de 2025. (Foto: Redes Sociales)

El especialista descarta una bichectomía -la cirugía para extraer grasa de las mejillas- y apunta que “la sensación de rostro más fino se debe a una combinación inteligente de rellenos y tonificación cutánea, no a una reducción quirúrgica”.

Piel radiante y sonrisa renovada

Más allá de los retoques estructurales, el brillo de su piel habla por sí solo. Su luminosidad es fruto de tratamientos con vitaminas, antioxidantes e inductores de colágeno y elastina, que estimulan las células responsables de mantener la firmeza y elasticidad. “Son protocolos preventivos que aportan ese efecto glow tan buscado, sin necesidad de filtros ni maquillaje”, apunta el doctor Amor Loureda.

Un cuadro con los nueve retoques estéticos de Ana Mena. (Realizado con IA)

El especialista también destaca el cambio en su sonrisa, ahora más blanca y alineada gracias a una posible ortodoncia estética (Invisalign) y un blanqueamiento dental profesional.

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