Yolanda Díaz veta a Calviño y exige compromisos «por escrito» al PSOE para derogar la reforma laboral

Poco se habló sobre si derogación o modernización de la reforma laboral en la reunión que el PSOE y Podemos mantuvieron anoche. Aunque es el principal caballo de batalla a día de hoy entre los socios de la coalición, el papel que debe jugar la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, en la recta final de las negociaciones con sindicatos y empresarios encalló el debate hasta el punto que los dos partidos siguen atascados en eso. Y ante ese escenario Yolanda Díaz, en boca de su número 2, Joaquín Pérez Rey, ya pide compromisos «por escrito».

La solución a la madre de las crisis entre las dos formaciones que dirigen el país parece lejana. Así lo trasladaban fuentes socialistas y podemitas a última hora de este lunes. Seguirán hablando de forma discreta, pero las diferencias son muy grandes. Y el nombre de Calviño es un escollo. Pedro Sánchez exigió firmeza a sus negociadores para defender la presencia de la vicepresidenta primera en esas negociaciones. Podemos mantiene su veto a la representante del alma más liberal del Gobierno.

En el entorno del presidente consideran que la presencia de Nadia Calviño es crucial para imprimir confianza y tranquilidad a Europa y a los mercados. Y para intentar atraer a los empresarios al acuerdo, algo que exige la Comisión Europea que, según los socialistas, no quiere a Díaz como negociadora. Los morados consideran eso «una injerencia» ya que deja en un papel secundario Yolanda Díaz, titular de Trabajo y Economía Social. Recuerdan además en el entorno de la ministra que «tiene los trabajos muy avanzados, de acuerdo con lo que se firmó de derogar la reforma laboral antes de acabar 2021».

Precisamente ese trabajo unipersonal que ha venido desarrollando la ministra de Unidas Podemos a lo largo de los últimos meses, delegando en perfiles técnicos de su departamento la elaboración de los textos, que se han ido debatiendo en el marco del diálogo social, es uno de los puntos que ha movido a Sánchez a promocionar el nombre de Calviño. Hasta el punto de arroparla este lunes en un acto económico en Madrid, mientras Díaz le exigía a través de los medios de comunicación que «se aclarase» sobre lo que pretendía hacer con el marco de relaciones laborales.

El presidente quiere que lo que ocurra con la reforma laboral «sea un proyecto del Gobierno». De ahí que la semana pasada, desde Bruselas, exigiera a sus ministros «cooperación y colaboración» desde «la lealtad». En resumidas cuentas, le decía a Yolanda Díaz que se dejase tutelar por Nadia Calviño, recordándole que la reforma laboral competía a cinco ministerios distintos -Trabajo, Economía, Seguridad Social, Hacienda y Educación. En UP eso no ha gustado y es por eso que siguen bloqueando la presencia de la vicepresidenta primera. Porque creen que su objetivo es evitar la derogación que habían pactado en 2019. De ahí que ahora Díaz vuelva a reclamar compromisos por escrito, incluso antes de la aprobación de los Presupuestos.